Las protestas en Argentina han causado una gran polémica a raíz de los decretos del gobierno del libertario Javier Milei que, en medio de su reforma estatal y económica, ha presentado en el congreso un paquete de leyes que posteriormente fueron aprobadas en primer debate. Pero estas, han traído consigo la furia y el rechazo de los detractores del peculiar mandatario argentino, siendo estos de principalmente partidarios de la izquierda kirchnerista.
Con esta situación en mente, miles de argentinos han salido a las calles para mostrar su descontento, lo que trajo una fuerte respuesta de parte de las autoridades, la cual ha sido fuertemente cuestionada por el uso de balas de goma y gas pimienta para disuadir a los manifestantes en los bloqueos que realizan en las vías principales de las ciudades principales.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el uso de dichos instrumentos para la fuerza pública. “Todo el tiempo nos prueban, quieren que nos pasemos de límite, pero habrán visto que todo fue ordenado. Sí había bastante fuerza porque lo que termina pasando si no es que viene el desorden total, y no hay posibilidad de alcanzar el objetivo y de proteger a los miembros de las fuerzas”, indicó la funcionaria en Radio Mitre.
Para defender el uso de las balas de goma y el gas pimienta, Bullrich aseguró que los agentes de la ley estaban siendo permanentemente agredidos por parte de los manifestantes con botellas, piedras y palos. “Esto hace que las fuerzas de seguridad tengan que hacer un movimiento de dispersión para que la gente que quiere volver a tomar la calle de manera violenta vuelva para atrás, eso fue lo que se logró”, dijo.
De igual manera, la funcionaria aceptó que si bien varios periodistas quedaron en medio de la confrontación de manifestantes contra policías, aseguró que no fue una violación a la libertad de prensa. “Nunca se avanzó en ese sentido, en poner a los periodistas fuera de la escena, porque quizá lo analizan como una falta a la libertad de prensa, pero es lo recomendable. En muchos momentos, la policía les dijo ‘córranse, tengan cuidado, vamos a actuar frente a esta situación de desorden’”, aseguró.
“Entre un manifestante y un policía está la ley y nosotros la vamos a hacer cumplir”, manifestó la ministra en el diálogo. “Cuando uno toma una decisión, la tiene que llevar a fondo. El país no va a cambiar si lo hacemos a medias. Veo a muchos que en campaña dicen que van a ser firmes, pero después a la hora de hacerlo se asustan. Hay 2.000, 3.000 personas que quieren ser violentas, impedir el tratamiento de la ley. Bueno, hay que ir para adelante. Yo no estoy dispuesta a quedar a mitad de camino”, cerró.
La mega ley incluye la concesión de superpoderes o facultades delegadas a Milei para que gobierne por decreto, disponga la venta de empresas públicas, contraiga deuda externa sin aval parlamentario, desregule toda la actividad económica y recorte significativamente la financiación pública de la cultura y la ciencia, entre otras reformas de su ideario autodefinido como “anarcocapitalista”.
En esa votación, que tuvo lugar en la tercera jornada de sesiones, la Cámara Baja, se aprobó la Ley Ómnibus por 144 a 109, con los 38 votos de la minoría oficialista de ultraderecha y el apoyo de fuerzas aliadas y opositoras de centroderecha, con las que negoció hasta reducir el proyecto original a la mitad. El gobierno celebró el resultado. “Esperamos contar con la misma grandeza el día de la votación de la ley en particular para avanzar al Senado”, dijo en un comunicado.
Con información de AFP.