Diez personas murieron en un ataque de misil ruso contra un edificio de apartamentos en el puerto de Odesa, en el sur de Ucrania, anunció la mañana del viernes un alto responsable ucraniano.
“El número de muertos en un edificio residencial subió a diez”, anunció el portavoz de la administración regional de Odesa, Sergéi Bratchuk.
Citó al Comando Operativo Sur del Ejército ucraniano, según el cual el ataque provino de “un avión estratégico desde el mar Negro”.
“Un misil cayó sobre un edificio residencial de nueve pisos”, precisó el Ejército, tras agregar que otro misil cayó sobre un centro de recreación.
“En un edificio de apartamentos, los nueve pisos de una sección fueron destruidos completamente... Los rescatistas brindaron atención médica a siete heridos, incluidos tres niños”, señaló Bratchuk.
El ataque en Odesa ocurrió días después de que un ataque ruso destruyó un centro comercial en Kremenchuk, centro de Ucrania, donde murieron al menos 18 civiles.
El jueves, las fuerzas rusas abandonaron sus posiciones en la isla de las Serpientes, cerca de la costa de Odesa, convertida en símbolo de la resistencia ucraniana en los primeros días de la guerra.
Rusia se retira de Isla Serpientes
En el marco de la tensión que se vive desde hace más de cuatro meses en el mundo por cuenta de la ocupación de tropas rusas a Ucrania, este jueves se dio a conocer que unidades del Ejército invasor emprendieron la retirada de uno de los puntos sobre los que habían tomado control, y cuya localización es catalogada como “estratégica” sobre el mar Negro: Isla Serpientes
El anuncio de la retirada de Isla Serpientes fue dado a conocer por el propio Ministerio de Defensa ruso, que en su comunicado advirtió que la acción es una “señal de buena voluntad”, por parte de su país, ante los intentos de Naciones Unidas por garantizar las exportaciones seguras de granos y alimentos desde Ucrania.
No obstante, desde el Gobierno de Kiev el anuncio fue visto como una ‘victoria’ para Ucrania. Incluso, suscitó un pronunciamiento, a través de Telegram, del jefe de las Fuerzas Armadas de ese país, quien atribuyó la retirada a la acción de los “defensores” en la región de Odesa.
En ese sentido, el funcionario agradeció públicamente a las tropas de la resistencia en esa zona del país, advirtiendo que ello era el resultado de la acción por liberar el territorio que consideró “estratégicamente importante”.
Este anuncio coincidió con la realización de la conferencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) en Madrid, España, desde donde el anuncio de Rusia despertó una serie de reacciones.
Uno de los dirigentes convocados en Madrid que se manifestó sobre la salida de Rusia de la Isla Serpientes fue el primer ministro británico, Boris Johnson, quien refirió la noticia como una muestra de la imposibilidad de Rusia para quebrantar y doblegar totalmente a la resistencia de Ucrania.
“A Putin no le resultará posible someter a un país que no acepta su dominio”, advirtió en conferencia de prensa Boris Johnson, para quien lo acaecido es muestra de las virtudes o capacidades de Ucrania para lograr que Rusia recule en su invasión.
En su pronunciamiento, Johnson también señaló que el retiro de las tropas rusas de Isla Serpientes se adhiere a lo ocurrido en Kharkiv, como muestra de las capacidades de Ucrania, y muestra de la importancia de que Occidente, a través de la Otan, pueda seguir extremando esfuerzos, a través de la hoja de ruta trazada, para apoyar la acción de la resistencia.
En su pronunciamiento, Boris Johnson también se expresó en favor de que la Otan pueda poner la lupa sobre lo ocurrido en el Magreb, reconociendo en ello un factor de riesgo para la seguridad y la estabilidad de algunas de sus naciones pares.
*Con información de la AFP.
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