Al anuncio de eliminar el uso obligatorio del tapabocas que hizo el miércoles el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, se sumó ahora otro gran estado de Estados Unidos: Misisipi.
El gobernador Tate Reeves, también republicano, señaló que desde el pasado 3 de marzo se derogará la orden de llevar el tapabocas obligatoriamente en todos los condados y ciudades del estado, lo cual además viene acompañado con la orden de que los comercios puedan operar “con capacidad completa”, sin ningún tipo de distanciamiento social.
Cabe mencionar que Misisipi es un estado de cerca de 3 millones de habitantes, que hasta el momento ha registrado aproximadamente 296.000 casos de coronavirus y más de 6.790 muertes, cifras que aunque son elevadas, están muy lejos de los casos más graves que tiene el país, principalmente en los estados de California y Texas, este último que también decidió levantar la medida.
El gobernador de Texas dijo el martes que en su estado ya no será obligatorio que toda la población utilice tapabocas cuando se encuentre en lugares o establecimientos públicos.
El pronunciamiento de Abbott se llevó a cabo a pesar de que se ha comprobado que el uso de tapabocas es una de las medidas más eficientes para frenar la propagación del coronavirus.
El anuncio en Texas, donde el virus ha matado a más de 43.000 personas, sacudió a los médicos y a los líderes de las grandes ciudades que dijeron que ahora se están preparando para otro resurgimiento mortal del virus.
Un ejecutivo de un hospital en Houston, citado por varios medios, dijo que le comunicó a su personal que necesitarían más trabajadores y ventiladores para afrontar las consecuencias del anuncio del gobernador.
Esta semana, los funcionarios federales de salud advirtieron urgentemente a los estados que no bajen la guardia porque la pandemia está lejos de terminar y recalcando que las nuevas cepas del coronavirus son más contagiosas y peligrosas que la original.
Abbott, republicano, se ha enfrentado a críticas sostenidas de su partido por el uso del tapabocas en Texas (uno de los estados más grandes del país) que se impuso hace ocho meses, así como por los límites de ocupación comercial que las autoridades del territorio eliminarán la próxima semana.
De hecho, la orden del uso del tapabocas en Texas solo se hizo cumplir a la ligera, incluso durante los peores brotes de la pandemia. “Eliminar los mandatos estatales no termina con la responsabilidad personal”, dijo Abbott, hablando rodeado de varias personas que no usaban tapabocas.
“Es solo que ahora los mandatos estatales ya no son necesarios”, dijo y reiteró que las derogaciones entrarán en vigor a partir del 10 de marzo.
El impacto total de la reversión de Texas todavía se estaba evaluando. Target, uno de los minoristas más grandes del país, dijo que seguiría exigiendo a los clientes que usen tapabocas en Texas.
Por su parte, Mark Cuban, dueño de los Dallas Mavericks de la NBA, declaró públicamente que no tenía planes inmediatos para cambiar los límites de los fanáticos en el American Airlines Center, donde la mayor cantidad de público en lo que va de temporada fue de unos 3.000 espectadores.
En Texas, el 7,1 % de sus casi 30 millones de residentes han sido completamente vacunados, según los datos estatales informados a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
“El hecho de que las cosas vayan en la dirección correcta no significa que hayamos tenido éxito en erradicar el riesgo”, dijo a medios internacionales la doctora Lauren Ancel Meyers, profesora de biología integrativa y directora del Consorcio de Modelado covid-19 de la Universidad de Texas.
Vale destacar que Estados Unidos registra hasta el momento 28,8 millones de casos positivos de covid-19 y más de 518.000 muertes desde marzo del año pasado.