Asociaciones protectoras de animales hallaron el domingo un centenar de cadáveres de gatos en casa de un jubilado en el sureste de Francia, así como otros veinte animales en mal estado de salud, indicó uno de estos grupos.
Los cadáveres, que en su mayoría estaban dentro de cajas de plástico o de madera selladas, se descubrieron tras la hospitalización de este hombre de 81 años en Niza, según el diario local Nice-Matin.
La sobrina del jubilado pidió la ayuda de las asociaciones tras descubrir a los animales. En total, hallaron un centenar de gatos muertos en el interior y exterior de la casa, así como ardillas, ratas y una mandíbula de perro.
“La mayoría de los gatos estaban muertos cuando fueron colocados en estas cajas (...), pero pensamos que al menos dos pudieron ser encerrados vivos”, explicó a la AFP Philippe Desjacques, presidente de La Tribu du Fourmilier.
El cadáver de un gato devorado en parte por otros felinos fue hallado en el sofá. Otra veintena todavía con vida pero raquíticos fueron rescatados y confiados a veterinarios o voluntarios.
“Por desgracia, vemos historias como esta todos los años”, aseguró Desjacques, quien precisó que las organizaciones estudian denunciar al hombre por “maltrato” animal o “negligencia”.
Según el dirigente asociativo, el jubilado padece el síndrome de Noé, una enfermedad mental consistente en recoger más animales de los que se pueden cuidar, y el síndrome de Diógenes (acumulación compulsiva de objetos).
Por otra parte, en la República Islámica de Irán la relación de sus habitantes con perros y gatos ha generado controversia tras plantearse la prohibición de la tenencia de estos animales, considerándolos como “peligrosos” e “impuros”.
“Los animales causan un cambio gradual en el estilo de vida iraní e islámico y sustituye el amor y los lazos sentimentales entre las personas por el de los animales”, se lee en un esbozo de ley enviado este mes al Parlamento de Irán.
De acuerdo con DW, el proyecto de la “Ley de Protección Pública contra los Animales Peligrosos y Nocivos” propone la prohibición de “la importación, reproducción, crianza, venta o transporte de animales peligrosos y sucios”, además de su presencia en espacios públicos.
Entre los animales peligrosos se mencionan los cocodrilos, tortugas, serpientes, camaleones, ratas y monos. Sin dejar a un lado los más comunes, considerados como animales domésticos, en que figuran los perros, gatos y conejos.
Además la Ley de Protección Pública contra los Animales Peligrosos y Nocivos especificó que quienes deseen tener una mascota deben adquirir un permiso especial en el que la persona será “investigada” por sus peticiones.
Los perros y gatos son cada vez más populares en Irán, especialmente entre las familias con hijos. De igual manera, muchos de estos se encuentran en veterinarias y tiendas del territorio, sobre todo en grandes ciudades como Teherán, así lo informó Europa Press.
En ese sentido, con la implementación de esta ley, que ya ingresó al parlamento, se ha manifestado que, si llegase a ser aprobada, las personas que tengan perros o gatos o cualquier especie que se consigna en el documento, tendrían que pagar una multa que rondaría entre los diez y treinta salarios mínimos de esta República Islámica, además de la confiscación de los seres vivos.
Sin embargo, policías, laboratorios farmacéuticos y Fuerzas Armadas que laboran en el país estarán exentos ya que estos colectivos sí podrían tener a las mascotas por razones de control y seguridad en el lugar, pues varios de estos animales cuentan con cualidades específicas como la capacidad de olfatear y percibir sustancias en un nivel más alto que los seres humanos.
Asimismo, de acuerdo con medios locales, el planteamiento de esta posible nueva ley estipula la confiscación de los vehículos que transporten perros.
*Con información de AFP y Europa Press.