El cuerpo de Debanhi Escobar, la joven que apareció muerta en la cisterna de un motel del estado de Nuevo León, en México, días después de ser reportada como desaparecida, fue objeto de una nueva necropsia en las últimas horas.
Dos meses después de su muerte, en abril de este año, el cuerpo fue extraído de la tumba para hacerle nuevos análisis en medio de este sonado caso sobre el que aún hay muchos interrogantes.
Medios locales de México confirmaron que la necropsia terminó en la madrugada de este sábado.
Este nuevo estudio es realizado con el objetivo de establecer lo que realmente le sucedió a la joven. Su padre, Mario Escobar, aseguró que “esperamos poder encontrar la verdad” con esta nueva necropsia.
El primer estudio practicado al cuerpo de Debanhi señaló que la causa de su muerte fue una contusión profunda de cráneo. Es decir, que se había golpeado y esto le produjo un paro respiratorio.
Un segundo informe de la necropsia, el cual mantenía la causa de la muerte determinada en la primera, agregaba que antes de fallecer la joven había sido abusada sexualmente.
Afirmaba además que al momento de caer en la cisterna ya estaba muerta, por lo que no falleció por ahogamiento, y que recibió varios golpes en la cabeza provocados, probablemente, por alguien más.
Con la nueva autopsia buscan establecer las reales circunstancias en las que murió Debanhi. Medios internacionales prevén que los resultados sean entregados este domingo.
Por ahora, el caso sigue estancado, pues no hay ninguna persona detenida por la muerte de la joven. Más de dos meses después de esta muerte, que estremeció a México y el mundo, no hay resultados por parte de las autoridades.
La muerte de Debanhi, quien tenía 18 años, tampoco ha sido declarada como feminicidio por la Fiscalía mexicana.
El padre de Escobar ha denunciado los problemas de los organismos de investigación mexicanos, advirtiendo que muchos casos de desaparición en su país quedan impunes por la “incompetencia de los funcionarios”, recordando que, mientras se buscaba a Debanhi, se hallaron los cuerpos de otras cinco mujeres que se habían reportado como desaparecidas, pero que no habían sido buscadas, quizá porque no tenían la misma presión mediática que el caso de su hija.
El caso de Debanhi Escobar despertó un interés inusual en un país con 3.751 asesinatos de mujeres solo en 2021 (1.004 de ellos clasificados como feminicidios) y casi 100.000 desaparecidos.