En un paradójico suceso, una mujer de 57 años, que había obtenido un certificado de vacunación falso, murió de covid-19 en un hospital de Hauts-de-Seine (suroeste de París), Francia, según informó el 10 de diciembre el jefe del departamento de reanimación a la agencia de noticias AFP.

El médico de este centro de salud pidió a los pacientes no vacunados que no se escondan de los doctores, y que sin temores acudan a los centros de inmunización, porque de lo contrario terminarían con la suerte de esta mujer que falsificó su carnet de vacunación, publicó el medio francés Sud Ouest.

Djillali Annane, jefa de la unidad de cuidados intensivos, declaró a RT en Español que la paciente sufría de una forma severa de la enfermedad “que progresó rápidamente a un daño respiratorio severo”.

Sin embargo, Annane advirtió que si los médicos hubieran sabido que la paciente no estaba vacunada contra la covid-19, podrían “haberle administrado anticuerpos neutralizantes tempranos, que sabemos que son efectivos para reducir el riesgo de progresión de la enfermedad”.

La médico deploró la acción de esta paciente que le desencadenó la muerte. Recalcó que un certificado de vacunación falso “no protege contra el virus y puede derivar falsamente al médico que te atiende”.

Ya casi al borde de la muerte, el esposo de la paciente fue quien finalmente admitió que ella no estaba vacunada. Según dijo la doctora Annane, él había “luchado por convencer a su esposa” de que se vacunara, pero ella finalmente no quiso hacerlo y la enfermedad terminó por quitarle la vida.

La vocera médica denunció que este caso de falsa vacunación no sería aislado, ya que en este mismo hospital de Francia tienen al menos otro paciente sin ningún anticuerpo, “que tiene una forma grave de covid-19 y sigue diciendo que ha sido vacunado”.

Según las estadísticas del Ministerio de Salud de Francia, 77 % de los franceses ya cuentan con al menos una dosis de la vacuna contra la covid-19. 71 % cuenta con la pauta completa y apenas 6 % suma una dosis. Francia, al igual que los otros países de la Unión Europea, ha implementado el pasaporte sanitario para ingresar al país y hacer uso de lugares de ocio como restaurantes, bares y cines.

A mediados del mes de noviembre, un adolescente, de 17 años, fue arrestado por formar parte de una red de falsificación de certificados sanitarios que incluía a personas de Rusia e Italia. El joven ganó en poco tiempo miles de euros logrando adquirir todo tipo de productos de lujo. Según la información expresada con la Policía italiana, el menor, que vivía con sus padres, era un referente italiano de un grupo de ‘temidos’ falsificadores electrónicos rusos, los cuales eran especializados en los carnés de vacunación contra el coronavirus.

Con este trabajo, la red logró ganancias de más de 20.000 euros, lo que se traduce en más de 89 millones de pesos colombianos. El joven compró productos costosos de belleza, ropa de marca, aparatos tecnológicos y criptomonedas.

Cada uno de estos elementos comprados fueron motivo de análisis de las autoridades, que lograron establecer la cifra aproximada de ganancias obtenidas ilícitamente.

Los padres del joven aseguraron que no tenían ni idea del trabajo al que se dedicaba su hijo y pensaban que todo el dinero que estaba ganando venía de otro tipo de empresa y labores que estaba realizando relacionadas con informática.

Gracias a la denuncia de una joven de Génova, ciudad del norte de Italia, el cual acudió a él para comprarle un certificado sanitario del coronavirus, exigido por el Gobierno para poder acceder a restaurantes, clubes y tener vida social.