Un bombardeo ruso con misiles dejó al menos cuatro muertos en las últimas horas del lunes 29 de abril en la ciudad ucraniana de Odesa, en el mar Negro, informó el gobernador regional.
“Tres mujeres y un hombre murieron. Según un balance actualizado, 28 personas resultaron heridas, entre ellos dos niños y una mujer embarazada”, declaró en Telegram el gobernador provincial de Odesa, Oleg Kiper. El anterior balance del gobernador era de dos muertos y 17 heridos. Kiper añadió que el ataque dañó “viviendas e infraestructuras civiles”.
Según imágenes de medios ucranianos, un edificio situado al borde del mar, perteneciente a la Academia jurídica de Odesa y conocido por su parecido con un pequeño castillo, se incendió.
Odesa, puerto del suroeste de Ucrania, vital para las exportaciones, es blanco habitual de bombardeos con misiles y drones.
El gobernador de Odesa, Oleg Kiper, aseguró en un mensaje en su cuenta en Telegram que otras 23 personas siguen ingresadas por las heridas sufridas en el ataque, incluidas cuatro en estado “extremadamente grave” y ocho en estado “grave”, por lo que no se descarta que el balance de fallecidos aumente en las próximas horas.
“Nuestros doctores intentan hacer todo lo posible”, subrayó, antes de especificar que entre los heridos en estado “extremadamente grave” hay una niña de cuatro años.
Asimismo, dijo que tomó la decisión declarar un día de luto en toda la provincia por la muerte de estas cinco personas y ha trasladado sus “sinceras condolencias” a los familiares y amigos de las víctimas del ataque, que habría alcanzado varios edificios residenciales.
Según se informa, el edificio es la residencia del destacado exdiputado Serhiy Kívalov, que se encontraba entre los que supuestamente resultaron heridos en el ataque.
¿Municiones de racimo?
Las autoridades de Ucrania acusaron a Rusia de usar municiones de racimo en su ataque del lunes con misiles balísticos contra la ciudad de Odesa, situada en el sur del país. El fiscal general de Ucrania, Andri Kostin, dijo que “el bombardeo fue llevado a cabo con un misil balístico ‘Iskander’ con una cabeza de munición de racimo”, antes de resaltar que “es un arma indiscriminada” que “ha causado un número significativo de víctimas entre la población civil”.
Así, ha recalcado en un mensaje publicado en su cuenta en Telegram que “se han hallado fragmentos metálicos y restos del proyectil en un radio de 1,5 kilómetros desde el lugar del ataque” y ha denunciado que “Rusia ignora cínicamente todas las normas del Derecho Internacional Humanitario”.
“La investigación tiene razones para creer que la decisión de usar este arma fue llevada a cabo deliberadamente por oficiales de la Federación Rusa para matar a cuantos más ucranianos pacíficos como fuera posible”, dijo, al tiempo que las autoridades de Ucrania “hallarán y castigarán a los que dictan órdenes criminales para atacar ciudades ucranianas”.
Las tropas rusas reivindicaron la toma del pueblo de Semenivka, en el este, y la víspera dijeron controlar Novobajmutivka, una aldea también en el frente oriental.
El comandante en jefe del ejército ucraniano, Oleksandr Syrsky, admitió que la situación ha “empeorado” en el frente y que las tropas rusas, militarmente ventajosas, registraron “éxitos tácticos” en varias zonas.
Con información de Europa Press y AFP*