Completar una carrera universitaria es el anhelo de numerosos jóvenes, sin embargo, para muchos, esos sueños se ‘desmoronan’ por diversas situaciones. Es por ello que obtener el título es, en un sinnúmero de casos, utópico.
No obstante, también es cierto que las posibilidades de estudiar, aunque con brechas aún marcadas, son mayores en comparación con décadas atrás y se convierten en la esperanza para encontrar más y mejores oportunidades laborales. Esto choca con dos aspectos como amplia oferta y baja demanda o la edad.
Estos no constituyen tropiezos nuevos y pugnan con un mercado más exigente en cuanto a experiencia y preparación académica. De hecho, hace varios años, un estudio difundido por Adecco e Infoempleo encontró que en España (algo reflejado también en otras naciones) quienes superan los 55 años tienen más dificultad para ser tenidos en cuenta.
Por el contrario, la franja de edad con mayores posibilidades de ser ocupada oscila entre los 25 y 34 años. Es ahí cuando aparece uno los dilemas de eterna discusión: ¿cómo cumplir con el requisito de amplia trayectoria y formación si las ofertas tienen caducidad en cuanto a la edad de los aspirantes?
Española no consigue trabajo por ‘la edad’
En TikTok, una mujer española, quien en la plataforma aparece como @ser.consciente7, se desahogó sobre lo indignante que le resultaba no encontrar empleo, pese a tener tres carreras universitarias (turismo, derecho y nutrición) y tres maestrías. Su queja ya supera el millón de visualizaciones en esa plataforma digital.
La europea aseguró distinguirse por estar entre los mejores estudiantes y haber hecho parte de distintas universidades, además de dominar varios idiomas y tener “años de experiencia”, por lo cual no se explica cómo eso, según aseveró, no es tenido en cuenta a veces en el mercado actual.
“Llevo este último año mandando cientos de currículums a distintas organizaciones internacionales, humanitarias, para las que estoy de sobra preparada por la experiencia. ¿Qué es lo primero que preguntan la mayoría de estas?, ¿cuándo naciste y cuál es tu edad?”, relató.
Al responder a ese interrogante, no dudó en decir que todavía tenía “edad para trabajar. Me quedan años para la jubilación. Tengo edad, capacidad, formación, todo para trabajar en cualquier organización y casi cualquier empresa dentro de mi sector”.
“Son una auténtica farsa, los títulos”
En cuanto a cómo han sido sus últimos 12 meses laborales, la española dijo que solo había encontrado oportunidad en una cocina de Dinamarca y, tras agradecer por no cerrarle las puertas, volvió a enfatizar en la brecha existente dentro de su campo. También ha tenido trabajos como aseadora.
“Llámenle corrupción, engaño... Me da exactamente igual: son una auténtica farsa los títulos universitarios (...). Hay un último responsable siempre, el Estado debe garantizar nuestro derecho a la educación, desarrollo a la dignidad y a un trabajo decente; pero, ¿cómo lo vamos a conseguir con esto? Cuando se están vendiendo títulos y cada vez más”, subrayó.
La mujer cuestionó lo que, para ella, es una flexibilidad a las generaciones de hoy en día por herramientas como la inteligencia artificial. Su argumento es que no se estaría valorando lo suficiente la preparación, sino la edad y títulos sin tener en cuenta los conocimientos reales de quienes los portan.
“Yo no pagué ni un solo título universitario y ahora cuando tengo que competir, ¿qué es lo que pasa?, ¿quién me cree?, ¿quién cree en mi currículum? Me parece una absoluta vergüenza, indignante que nadie haga nada”, dijo.