Una mujer murió luego de arrojarse al agua y quedar atrapada bajo el hielo, en medio de un festejo de Epifanía ortodoxa, el pasado 19 de enero.

De acuerdo con Alexander Zuyev, jefe de los rescatistas, el lugar donde se ahogó la mujer, de profesión abogada, “es uno de los ríos más peligrosos de la región de Leningrado y la gente se ahoga en él todos los años, incluso en verano”.

De acuerdo con algunos testigos, saltó a través de un agujero de hielo en un río helado y luego fue arrastrada por fuertes corrientes, mientras sus hijos gritaban para que ayudaran a su familiar.

Por el momento, organismos de socorro no han encontrado el cuerpo de la mujer, pero dan por hecho que ya falleció.

El hecho se presentó puntualmente en el río Oredezh cerca de Vyra, un pueblo al sur de San Petersburgo, Rusia.

Aunque un hombre, que al parecer sería su esposo, se sumergió en el agujero, no tuvo éxito en hallar a la mujer de 40 años de edad, quien tenía la intención de sumergirse en las aguas para conmemorar la Epifanía cristiana ortodoxa, en una tradición seguida anualmente por cientos de miles de creyentes rusos.

Al momento de sumergirse en el agujero portaba un traje de baño negro de una pieza y se vio persignarse antes de taparse la nariz y saltar al río con los pies por delante.

Zuyev, el jefe de los rescatistas, criticó la ubicación del agujero de hielo en un punto en el que el río tenía una fuerte corriente.

“La mujer se zambulló en un lugar donde no hay rescatistas o iluminación adecuada en un agujero de hielo inadecuado (...), simplemente se dejó llevar por la corriente”, explicó Alexander Zuyev.

Turistas murieron atrapados en vehículos por tormenta de nieve

Al menos 21 personas murieron atrapadas a comienzos de enero en el interior de sus vehículos en un gigantesco atasco causado por decenas de miles de visitantes que acudían a ver una inusual tormenta de nieve en una localidad montañosa del norte de Pakistán.

Según la Policía, al menos ocho personas murieron congeladas en el interior de sus vehículos. Se ignora aún si las demás víctimas perecieron asfixiadas tras inhalar gases en el atasco.

El ministro del Interior de ese país, Sheij Rashid, dijo en aquel momento que se habían movilizado a militares para despejar las carreteras y rescatar a los miles de automovilistas todavía atrapados cerca de Murree, a unos 70 km al noreste de la capital, Islamabad.

Videos compartidos en las redes sociales mostraron a automóviles atrapados en el atasco con un metro de nieve acumulada en sus techos.

Durante días, las redes sociales de Pakistán estuvieron llenas de imágenes y videos de gente divirtiéndose con la nieve cerca de Murree, un pintoresco centro turístico construido por los británicos en el siglo XIX, y utilizado como sanatorio para sus tropas coloniales.

Esta localidad, de unos 30.000 habitantes, está situada a una altura de 2.300 metros, en medio de colinas y valles, a la que se accede por estrechas carreteras, a menudo atascadas incluso con buen tiempo.