El hecho se presentó en Indonesia, donde Aisiah Sinta Dewi, como fue identificada la víctima, una mujer de 38 años, estaba en el Aeropuerto Internacional Kuala Namu, en la ciudad de Medan, cuando intentó utilizar el ascensor de la terminal aérea, pero terminó cayendo al vació por un error mecánico.
Pues bien, según recogen medios locales, el hecho se desarrolló el 24 de abril, sin embargo, hasta este momento se ha informado sobre la tragedia. Incluso, se indicó que las autoridades de la terminal aérea no se dieron cuenta de la situación ese mismo día, por lo que la mujer fue reportada como desaparecida por sus familiares al no ponerse en contacto con ellos.
Justamente 3 días después, el 27 de abril, se dieron cuenta que la mujer había caído al vacío cuando estaba por bajarse del ascensor, luego de que este último abriera la puerta equivocada que daba hacia un hueco en la estructura, según se puede ver en los videos viralizados. Se dieron cuenta de la presencia del cuerpo sin vida de Sinta Dewi por el mal olor que comenzó a sentirse en el lugar.
Según recoge el medio local CNN Indonesia, las autoridades nacionales pidieron al aeropuerto y a los implicados que se garantizara la seguridad de los civiles y que reparen los daños en las instalaciones.
“La Dirección General de Aviación Civil también envió una carta de advertencia a PT. Angkasa Pura Aviasi, que está obligada a garantizar la seguridad y el servicio en el aeropuerto”, afirmó en una misiva el director General de Aviación Civil, Kristi Endah Murni.
Y agregó: ”les ordeno que mejoren aún más los aspectos de seguridad y comodidad en el aeropuerto e inmediatamente hagan reparaciones en las instalaciones dañadas”.
Hasta el momento, se ha informado que el aeropuerto dio una indemnización de 5 millones de rupias indonesias a la familia de la víctima, lo que equivale a unos $1.583.909 de pesos colombianos aproximadamente, según el medio citado.
Una avioneta que se accidentó en Panamá
Un video difundido a través de las redes sociales muestra los duros momentos vividos el pasado primero de mayo por los pasajeros de una avión ligero en Panamá, el cual sufrió un imprevisto en el aire y tuvo que buscar aterrizar en una carretera de ese país.
Según se puede apreciar en el video, la avioneta iba tripulada por cuatro personas, dos de ellas mujeres, en cuyos rostros se puede ver la angustia y perplejidad de ese momento, pues, además de estar atemorizadas por lo ocurrido, salieron ilesas del accidente.
Según detallan medios internacionales, las autoridades de Panamá reportaron sobre el hecho que este no dejó víctimas mortales ni heridos, y corrió en inmediaciones de un aeropuerto comercial de ese país.
La carretera en la que, gracias a la pericia, pudo aterrizar el avión sin mayores daños en sus pasajeros, es la avenida la Amistad, en un sector próximo a la Ciudad de Panamá, capital de ese país.
Pese a que el siniestro aéreo no resultó mortal ni revistió mayor peligro, como consecuencia de lo ocurrido, el aeropuerto local, el internacional Marcos A. Gelabert, o aeropuerto de Albrook, tuvo que interrumpir sus operaciones de forma temporal hasta que fuere revisado y esclarecido lo ocurrido.
A través de un informe revelado por la Aeronáutica Civil de Panamá, se informó que el siniestro aéreo estuvo protagonizado por una aeronave registrada legalmente en ese país bajo la matrícula HP-1655, la cual estaba cumpliendo un viaje que procedía de una zona indígena del país.
En su reporte, la máxima autoridad aérea de ese país aplaudió que las cuatro personas que ocupaban el avión hubiesen podido salir del accidente con vida, aplaudiendo a su vez la pericia del piloto de la aeronave.
En medios internacionales, ha trascendido que el piloto de la aeronave fue identificado como Arquímedes Vargas, mientras que los otros tres ocupantes, incluido quien grabó el video que se difunde a través de las redes sociales y que ejemplifica la angustia vivida por los presentes, eran pasajeros.
En el video se pueden ver a las dos mujeres en un notorio shock tras el aterrizaje forzoso, mientras que los hombres intentan obligarlas a bajar de la aeronave, buscando un lugar seguro lejos del avión, ante el peligro de que, por los daños físicos sufridos por este, pudiera explotar.