En Argentina una mujer policía mató a dos supuestos ladrones que la abordaron junto a su madre para robarles sus pertenencias, mientras se encontraban el pasado fin de semana en una calle de la localidad Mariano Acosta, a eso de las 7:00 de la noche.
De acuerdo con medios de ese país, los dos supuestos ladrones, quienes iban a bordo de una moto, interceptaron a ambas mujeres cuando estaban en una parada de bus. En momentos en que los sujetos se disponían a robarlas con un arma de fuego, la uniformada también sacó su pistola reglamentaria y les disparó en el tórax.
Debido a la gravedad de las heridas, los supuestos ladrones fallecieron en el mismo lugar donde se presentó el hecho, a pesar de que al punto acudieron paramédicos para intentar salvarles la vida.
De acuerdo con la agencia Télam, a los hombres que tenían 23 años de edad, las autoridades les incautaron una pistola calibre 45 y una motocicleta.
A la mujer policía también le incautaron su arma de dotación, mientras avanza la investigación correspondiente.
En otro caso ocurrido el pasado 25 de julio, un agente de policía mató en Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo, a un estudiante universitario al que reprochaba no llevar tapabocas, informaron el domingo testigos y medios locales.
”Nuestro compañero Honoré Shama, de la facultad de Literatura de la universidad de Kinshasa, estaba filmando un video como parte de un trabajo práctico de teatro. Un policía le pidió que se pusiera la mascarilla durante el rodaje”, dijo en su momento un compañero de estudios presente en el incidente.
“A pesar de sus explicaciones y tras mostrar la mascarilla, el policía, enfadado porque esperaba recibir dinero, le acusó de resistirse y le disparó a bocajarro”, añadió.
La radio Top Congo y varios medios en línea recabaron otros testimonios. “La policía detuvo a dos agentes que estaban presentes durante el incidente provocado por un colega irresponsable, que ahora está huido, así como al jefe de la comisaría de Bel Air en Mont Ngafula. La búsqueda continúa para encontrar al policía fugitivo”, declaró a la AFP el general Sylvano Kasongo, jefe de la policía de Kinshasa.
El uso de mascarillas es obligatorio bajo pena de una multa de 10.000 francos congoleños (5 dólares).
Pero en Kinshasa, los policías han sido acusados habitualmente de quedarse el dinero de las multas sin dar recibos.
Por otra parte, el 15 de julio por medio de las redes sociales también se dio a conocer un caso insólito de intolerancia en el que un enfermero fue agredido por un joven, al que le pidió que se pusiera el tapabocas.
Pasaron unos días y las autoridades españolas revelaron el pasado miércoles que el presunto responsable de ese hecho es un joven colombiano que fue detenido por agredir al enfermero del hospital 12 de Octubre en el Metro de Madrid. Además, tiene antecedentes penales por robo en Alicante y Mallorca.
De acuerdo con la información, esta persona, cuya identidad no ha sido revelada, tiene varios requerimientos por robo en dos juzgados, a los cuales se les suma esta agresión cometida contra el trabajador de la salud, que le pidió al acusado ponerse el tapabocas, pero que terminó con un puñetazo en la cara en un hecho que quedó registrado en un video.
El joven fue capturado, luego de que las autoridades hicieran un llamado a la ciudadanía para que apoyara su búsqueda, tras protagonizar el hecho a la altura de la estación de Alto del Arenal, en el Metro de Madrid, y ahora se encuentra a disposición del Juzgado de Guardia de Plaza de Castilla, que definirá su situación jurídica.
El acusado fue detenido en un operativo policial adelantado en su domicilio en Villaverde, ubicada en la capital española y trasladado a la sede de la Brigada Móvil de Policía Nacional, en la estación madrileña de Nuevos Ministerios, bajo el cargo de un delito de lesiones. Según el reporte inicial de las autoridades, esta persona pretendía recoger algunas pertenencias para probablemente ocultarse en otro lugar, luego de que se alertó sobre el hecho y se pidió colaboración para su detención.
Las autoridades indicaron que ya había cambiado el color de pelo, se lo había teñido de rojo, para tratar de eludir la acción policial e incluso ocultaba los aros de sus orejas para evitar ser reconocido.
Con información de AFP.