Una mujer de Oakland se declaró culpable de homicidio involuntario por la muerte de su hijo de 14 meses.
Ashley Malloy, de 22 años, compareció ante la jueza Julia Lipez en el Tribunal Superior del condado de Kennebec el miércoles 30 de agosto. Se declaró culpable de homicidio involuntario y decomiso penal. Malloy también se declaró culpable de tres cargos de tráfico de drogas de Clase B, reducidos de los cargos de Clase A como parte de un acuerdo de culpabilidad parcial.
El 2 de noviembre de 2021, Malloy llamó al 911 cuando encontró a su hijo, Karson Malloy, inconsciente y sin respirar después de una siesta. Aproximadamente una hora después, en el hospital, Karson fue declarado muerto.
La fiscal general adjunta Katie Sibley compartió las pruebas que el Estado habría presentado si el caso hubiera ido a juicio. Dijo que en el hospital el día que murió Karson, los investigadores hicieron una entrevista estándar con Malloy.
“Durante esta entrevista, la conducta de Ashley cambió dramáticamente entre altibajos”, dijo Sibley. “Se puso desafiante y les dijo a los detectives que el estado ya tenía la información médica de Karson y que quería regresar a su habitación”, según narra el News Center de Maine.
Sibley agregó que Malloy pareció estresarse cuando los funcionarios mencionaron que los detectives estaban trabajando cerca de su apartamento mientras todavía estaban en el hospital.
“Ashley cambió su enfoque de querer estar con Karson a su teléfono, esencialmente diciendo que necesitaba su teléfono de inmediato”, dijo Sibley.
Más tarde ese día, Malloy y un par de familiares e investigadores regresaron a su departamento para tratar de descubrir la causa de la muerte de Karson. Sibley dijo que mientras los investigadores estaban allí, vieron varios cuadernos que parecían libros de contabilidad de drogas. Ella dijo que también vieron una sustancia en polvo blanca en una manta y una sábana en el dormitorio donde dormía Karson.
“Se confirmó que el polvo ligero en la manta y la sábana sobre la que Ashley había colocado a Karson para su siesta era una mezcla de fentanilo, tramadol y 4ANPP”, dijo Sibley.
Sibley dijo que los funcionarios determinaron que Karson murió por complicaciones provocadas por la exposición al fentanilo.
“La cantidad de fentanilo en el sistema de Karson podría matar a más de cuatro consumidores adultos”, dijo Sibley.
En total, los investigadores descubrieron más de 10 libras de fentanilo, metanfetamina y cocaína crack en el apartamento de Malloy, con un valor en la calle de casi 700.000 dólares.
Problemática de fentanilo en Estados Unidos
El fentanilo “producido en masa en México” por los cárteles sigue siendo la principal amenaza para Estados Unidos porque “su único límite” son las sustancias químicas para fabricarlo, según advirtió la agencia antidrogas estadounidense (DEA).
Este opioide sintético, hasta 50 veces más potente que la heroína, mata a casi 200 personas al día en Estados Unidos, según datos oficiales, y es el responsables de dos tercios de las 107.735 muertes por sobredosis de drogas registradas en el país en 2021. “Es la droga más mortal a la que se ha enfrentado Estados Unidos”, reiteró este jueves la directora de la DEA, Anne Milgram, durante una sesión del subcomité judicial de la Cámara de Representantes sobre crimen y vigilancia del gobierno federal.
“El fentanilo es barato de fabricar, fácil de disimular y mortal para quienes lo toman. Solo dos miligramos, el equivalente a unos pocos granos de sal, pueden matar a una persona”, explicó.
Lo preocupante de las drogas sintéticas es que su “único límite” son “las sustancias químicas que se pueden comprar” para fabricarlas, añadió.
Según ella, la cadena de suministro comienza en China con compañías que fabrican sustancias químicas conocidas como precursores que vienen a ser los componentes básicos del fentanilo y las metanfetaminas.
Esas sustancias “se envían a México o a otros lugares de América Latina” y luego se llevan a territorio mexicano donde los cárteles, sobre todo el de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, fabrican el fentanilo.
Posteriormente lo envían a Estados Unidos en polvo o en pastillas, mezclado con otras drogas, como cocaína, o en píldoras como si fueran analgésicos recetados falsificados.
Con información de AFP*