Lo que inició como un potencial caso de secuestro se convirtió en una historia que parece sacada de telenovela. Cuando las autoridades descubrieron que una persona estaba en el baúl de un carro, pensaron de todo menos que hubiera ingresado por voluntad propia. De hecho, su explicación resultó aún más sorprendente.
En el distrito de San Isidro, en Lima, Perú, una escena bastante particular tuvo lugar en plena vía pública. Luego de que un vehículo fuera reportado como sospechoso, las autoridades lo interceptaron para realizar la inspección. Lo que encontraron los dejó atónitos.
Dentro del baúl del vehículo estaba una mujer. Sin embargo, sus extremidades no estaban atadas y tampoco presentaba señales de violencia. Aun así, la hipótesis inicial sugería un posible secuestro.
Los testigos registraron lo ocurrido con sus teléfonos celulares, captando en video la escena. En las imágenes se ve el momento exacto en que la mujer sale del baúl del carro, mientras las autoridades indagan por su condición.
Según reseñó el medio local Perú comunica, la mujer ingresó al baúl del carro por voluntad propia, aunque sus razones fueron el detalle que hizo de esta historia algo especial.
De acuerdo con su declaración, se metió en el baúl del carro porque tenía sospechas de que su marido le era infiel. En consecuencia, decidió acompañarlo sin que él lo supiera para, de ser el caso, dejarlo al descubierto y sorprenderlo de la manera más inesperada.
Cuando las autoridades interceptaron el vehículo, el chofer se identificó como taxista. Además, transportaba a una pareja en el asiento trasero. Ante las circunstancias, todo parecía apuntar a que se trataba de un secuestro, aunque la historia dio un giro de 180 grados cuando la mujer fue interrogada en la comisaría.
Fue en esa instancia cuando la mujer confesó que, en realidad, ingresó por voluntad propia al baúl del vehículo y sin que su marido lo supiera, pues todo hacía parte de su plan para indagar si le estaba siendo infiel.
Finalmente, las personas detenidas fueron liberadas y no se levantaron cargos, pues no se incurrió en ningún delito.
Como era de esperarse, la peculiar historia no tardó en viralizarse a través de las redes sociales. En vista de que toda la acción quedó registrada en video y los medios locales hicieron mención del caso, lo ocurrido en el distrito de San Isidro dejó claro cómo hasta las más descabelladas locuras pueden materializarse.