Buthán, un país ubicado en el lejano continente de Asía, se convirtió en el escenario de un curioso caso médico referido por la revista especializada SAGE Open Medical Case Reports.
En este se da cuenta de una mujer que acudió ante los especialistas para practicarse una cesárea para el nacimiento de su tercer hijo y, en medio del procedimiento, los galenos se percataron de que su sistema reproductor no era normal: tenía dos conductos vaginales.
Según lo reportado por el medio especializado, la paciente objeto de esta particular condición médica, que supone no solo la existencia de dos vaginas, también de dos úteros, o uno dividido, tiene 28 años y llegó a la sala de emergencias del Hospital Nacional en la ciudad de Thimphu con el objetivo de recibir ayuda en el nacimiento de su tercer hijo.
La mujer advirtió que, en los dos casos anteriores, también había requerido de la práctica de cesáreas, debido a que los médicos habían estimado era necesario debido a que los bebés ‘venían’ en posiciones complicadas para un parto natural.
Lo que más llamó la atención de los médicos es que, precisamente, en los casos previos, los especialistas no se hubieran percatado de la existencia de la particular dismorfia, referida a la existencia de un tabique vaginal interno que dividía por completo su sistema reproductor, convirtiéndolo en dos; cada uno con una trompa de Falopio, un útero y una vagina.
Los procedimientos previos se habían realizado en 2012 y 2018; no obstante, ninguno de los especialistas, ni en el periodo de embarazo, el parto o los chequeos ginecológicos habituales, se había percatado de la particular condición, tal y como consta en sus registros médicos.
Uno de los factores claves para que la situación hubiese quedado de manifiesto en este tercer parto es que la mujer había optado, además del procedimiento de cesárea, por solicitar que los especialistas le practicaran una operación de ligadura de trompas, procedimiento incluido en el plan de salud de ese país y al que las mujeres pueden optar después de su tercer embarazo.
Precisamente, la cesárea se llevó a cabo sin novedad. No obstante, tras ser cerrado su vientre para proceder con la ligadura de trompas para la esterilización, los médicos pusieron de manifiesto la curiosa anormalidad que ahora hace parte del listado de curiosidades y casos médicos que despiertan asombro en la comunidad médica y que se han convertido en objeto de estudio.
Sobre la particular dismorfia, los expertos precisaron en su publicación científica que tan condición es conocida como útero didelfo, explicando además las particularidades del caso y advirtiendo que la mujer hubiese podido quedar embarazada, en úteros totalmente independientes, si hubiese sido penetrada y fecundada (situación que también ameritaba una particularidad en la ovulación), en sus dos cavidades vaginales.
En medio del reporte de los médicos, y haciendo énfasis en que no se trataba de una madre primeriza, los médicos adujeron que este caso pone de manifiesto la importancia de que las mujeres puedan practicarse de manera periódica los respectivos controles.
De haber tenido acceso a estos, especialistas se hubiesen podido percatar previamente de la existencia de dos canales vaginales en el cuerpo de la mujer, advirtiendo que, más allá de la particularidad, la condición descubierta podría haber puesto en peligro a los bebés que se engendraron en su cuerpo, en tanto existía la posibilidad de que, por la presencia del tabique vaginal, estos no hubiesen contado con el espacio necesario para su crecimiento.