Un caso de intolerancia se presentó en Canadá que terminó con una mujer hospitalizada luego de que un hombre le lanzara saliva en su rostro cuando ella intentaba mediar en una discusión en un hotel, porque el sujeto no quería cumplir con las medidas de bioseguridad, entre ellas usar el tapabocas, para hacerle frente al coronavirus.
Medios locales aseguran que la mujer, responsable financiera de The Adventure Hotel en la ciudad de Nelson (Columbia Británica, Canadá), una vez el hombre le lanzó saliva en su cara entró en ‘shock’ y después empezó a sentir dolores en el pecho que desembocaron en un ataque al corazón, por lo que debió ser trasladada de urgencia a un centro médico donde su estado de salud es delicado.
“La persona se enfadó bastante por eso y comenzó a gritar blasfemias y a llamar ovejas al personal”, dijo a medios locales Robert Little, director general del hotel, quien agregó que el gerente de la tienda le había pedido educadamente al hombre que se pusiera su tapabocas. “Incluso tenemos (máscaras) disponibles si la gente las olvida”, agregó.
Ante lo acontecido, la Policía llegó al lugar y arrestó al hombre cuya identidad no ha sido revelada y, mientras tanto, las autoridades se encuentran investigando detalladamente cómo acontecido todo para que luego le sean imputados cargos ante la justicia. Al parecer, el sujeto ya estaba en el radar de las autoridades por su comportamiento.
“Definitivamente hay un sentimiento de que la gente se pone un poco más agitada, enojada mientras esta pandemia continúa, pero realmente cruzó la línea (...) Por lo que he escuchado de la familia, ella está estable en este momento. Definitivamente no está fuera de peligro de ninguna manera, y todavía está en cuidados intensivos“, explicó Little.
En New Westminster, el sargento Sanjay Kumar dijo que las empresas tienen derecho a proteger a sus trabajadores y rechazar el servicio a personas que no cumplan con las medidas de bioseguridad en estos momentos de pandemia, y que quienes se nieguen a usar el tapabocas podrían ser multados con 230 dólares.
“Es una pequeña minoría de personas que piensan que tienen derecho a poner en peligro la salud del público. No tienen ese derecho (...) Es inaceptable parte del comportamiento que hemos visto, y las empresas deben saber que hay tolerancia cero para ese tipo de acciones”, consideró el ministro de Seguridad Pública de BC, Mike Farnworth.
En meses pasados, la empleada de una estación de ferrocarril en el Reino Unido murió debido a la covid-19 después de que una persona que afirmaba tener coronavirus la agredió escupiéndole y tosiéndole.
Belly Mujinga, de 47 años, y un colega contrajeron el virus “a los pocos días” de ser agredidos el 22 de marzo en la estación Victoria de Londres, informó el sindicato de transporte TSSA.
“Estaban en el vestíbulo cerca de la taquilla cuando fueron atacados por una persona que les escupió”, dijo el sindicato en su momento a través de un comunicado. “El hombre tosió sobre ellos y les dijo que tenía el virus”.