Las normativas sobre el aborto en Hungría dieron un giro drástico, según informaron los medios locales, indicando que el gobierno nacional firmó un decreto que deberá comenzar a regir desde este 15 de septiembre, en el que obligan a las mujeres que buscan este método a escuchar los “signos vitales” del feto antes de proceder.
El decreto, firmado por el ministro del Interior, Sandor Pinter, es una muestra del endurecimiento de las reglas para poder abortar, en sintonía con la retórica natalista del primer ministro Viktor Orban.
Aunque es de recalcar que el aborto en Hungría es legal desde los años 1950, en la mayoría de casos hasta la 12º semana de embarazo.
Entre tanto, el partido de extrema derecha Mi Hazank, que propuso la iniciativa, acogió con satisfacción el hecho de que “las madres vayan a escuchar el latido del feto”, aunque el texto no lo diga explícitamente, sino que hable del los “signos vitales”.
“Durante al menos unos segundos, la madre podrá escuchar al feto antes de que se realice el aborto”, dijo la diputada Dora Duro en Facebook, enviando un fuerte mensaje en el que enuncia su crítica hacia la práctica.
Por su parte, la ONG Amnistía Internacional calificó la medida como un “preocupante retroceso” en la historia de este país, que ya había venido garantizando una práctica desde los años 50′s.
Y se agregó que esta decisión, tomada “sin ninguna consulta”, hará “más difícil el acceso al aborto” y “traumatizará aún más a las mujeres que ya se encuentran en situaciones difíciles”, según afirmó su portavoz Aron Demeter a la AFP.
Desde que retornó al poder en 2010, Viktor Orban ha multiplicado las medidas de control de la natalidad, orientando a su partido político, el Fidesz, hacia una visión cada vez más conservadora y religiosa.
Desde la entrada en vigor de una nueva Constitución a principios de 2012, Hungría defiende “la vida del feto desde la concepción”. Unos meses antes, el gobierno había financiado una campaña antiabortista con fondos europeos, lo que provocó críticas de la Comisión Europea.
Lo cierto es que este tema ha venido reanudando las conversaciones y decisiones que ya se habían tomado a nivel mundial; en Estados Unidos, por ejemplo, un país que también garantizaba la práctica, ahora estaría dando un paso atrás y regresando a la prohibición.
Aborto divide a los republicanos y a pocos meses de las elecciones legislativas en Estados Unidos
A dos meses de las elecciones en Estados Unidos, una parte del campo republicano cambió su estrategia sobre el aborto, consciente de que una posición demasiado extrema podría costarle muy caro en la crucial votación de noviembre.
La decisión de la muy conservadora Corte Suprema de Estados Unidos de revocar la sentencia que consagraba el derecho al aborto en el país el pasado mes junio, puso esta cuestión en el centro de los debates políticos.
Los demócratas, encabezados por el presidente Joe Biden, debilitados por una inflación galopante y una economía en desaceleración, esperan salvar algunos escaños en el Congreso en las legislativas del 8 de noviembre, al movilizar a los votantes sobre la defensa del derecho al aborto.
Una votación reciente en el muy conservador estado de Kansas, unas primarias en el estado de Nueva York y varias encuestas que muestran que hasta el 60 % de los estadounidenses están a favor del derecho a interrumpir el embarazo, les dan motivos de esperanza.
Pero el influyente senador republicano Lindsey Graham alteró la situación al presentar un proyecto de ley que prohibiría el aborto en todo Estados Unidos después de las 15 semanas de embarazo. El anuncio desató la ira de los demócratas, ya que reduciría en varias semanas el límite vigente en estados progresistas como California o Nueva York.
El texto “privaría a las mujeres de sus derechos en los 50 estados” del país, denunció la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. También dejaría vigentes las prohibiciones del aborto adoptadas por una decena de estados conservadores desde la decisión de la Corte Suprema, como la votada el martes por la tarde en Virginia Occidental.
*Con información de AFP