El expresidente filipino Fidel Ramos, que dirigió el país durante un excepcional período de crecimiento y paz, falleció este domingo, según informó su familia.
Este militar de carrera fue presidente entre 1992 y 1998. Por el momento no se divulgaron las causas de su fallecimiento.
La delegación de la Unión Europea en Filipinas expresó sus condolencias, describiendo al fallecido como un “dedicado estadista” y un “pilar de la democracia”.
Ramos fue el primer protestante en ocupar el cargo más alto del país, predominantemente católico, a pesar de la oposición de algunos miembros de la Iglesia.
Conocido por su actitud imperturbable en tiempos de crisis, no era raro verle masticar puros en público con aire lacónico.
Fidel Ramos dirigió una decidida campaña de planificación familiar para frenar el rápido crecimiento de la población.
Resolvió una importante crisis energética provocada por años de falta de inversión en energía.
También desarticuló los carteles de los sectores de las telecomunicaciones, la aviación y el transporte marítimo, abriendo un período de crecimiento.
Asimismo, fue uno de los primeros partidarios de alto perfil de Rodrigo Duterte cuando este último se presentó a la Presidencia en 2016.
Tras la aplastante victoria de Duterte, Ramos fue nombrado enviado especial del presidente a Pekín para aliviar las tensiones por cuestiones de soberanía en el mar de China Meridional.
Pero su relación se deterioró rápidamente y criticó públicamente la retórica de Duterte, su alejamiento de la alianza con Estados Unidos y su campaña antidroga que ha matado a miles de personas.
Al igual que otros altos cargos de su generación, Fidel Ramos desempeñó un papel en la dictadura de Ferdinand Marcos, durante la cual miles de personas fueron asesinadas y otras tantas encarceladas arbitrariamente.
Sin embargo, no dudó, por convicción democrática, en volverse contra él para llevar a Cory Aquino al poder en 1986.
En Filipinas también hay luto por muerte que dejó un terremoto
El número de muertos por un terremoto en el norte de Filipinas aumentó a 10 el viernes tras hallarse otros cuatro cuerpos entre los escombros, informaron las autoridades.
Los rescatistas en la ciudad de Luba, en la provincia más afectada de Abra, recuperaron los restos de las víctimas en una sección de la carretera sepultada por un deslizamiento de tierra ocurrido durante el sismo de magnitud 7 el miércoles, dijo la oficina provincial de defensa civil a la AFP.
Los deslizamientos de tierra y el colapso de las estructuras se cobraron otras seis vidas en Abra y provincias cercanas, según indicaron antes las autoridades.
Más de 150 personas resultaron heridas.
El terremoto, que se extendió por toda la región montañosa, dañó miles de viviendas y edificios.
Helicópteros militares transportan ayuda alimentaria y otros suministros de emergencia a la región, donde casi 5.000 personas permanecen en centros de evacuación, según el departamento de bienestar social.
Equipos de trabajadores se enfrentan a réplicas para despejar escombros que bloquean las carreteras de la región.
Más de mil réplicas se han registrado desde el terremoto, subrayó el viernes la oficina estatal de sismología.
Filipinas es sacudido regularmente por terremotos debido a su ubicación en el anillo de fuego del Pacífico, un arco de intensa actividad sísmica que se extiende desde Japón a través del sudeste de Asia y la cuenca del Pacífico.
*Con información de la AFP.