El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, informó este viernes 21 de enero que regresará a Brasil debido al fallecimiento de su madre, ocurrido el día en que el mandatario tenía programada una visita oficial a Guyana. Olinda Bonturi Bolsonaro murió este viernes a los 94 años, sin que se revelaran las causas de su deceso.
“Con pesar [informo] el fallecimiento de mi querida madre. Que Dios la acoja en su infinita bondad. En este momento me preparo para regresar a Brasil”, indicó el presidente brasileño en un mensaje publicado en Twitter a las 12:34 a. m. de Brasilia.
La mujer estaba internada desde el pasado lunes en un hospital del municipio de Registro, en el interior de Sao Paulo, a 56 kilómetros de Eldorado, donde vivía, según la prensa local. Casada con el dentista Percy Geraldo Bolsonaro, fallecido en 1995; Olinda tuvo siete hijos, siendo Jair Bolsonaro el tercero de ellos.
Bolsonaro encabezaba su primer viaje internacional de 2022, en Surinam y Guyana, cuando conoció la noticia del fallecimiento de su madre. El presidente de ultraderecha, de 66 años de edad, visitó el pasado jueves 20 de enero Paramaribo y tenía planeado un encuentro oficial en Georgetown este viernes para impulsar la cooperación energética y fortalecer las relaciones bilaterales, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La noticia sobre el fallecimiento de Olinda Bonturi se conoce luego de que el pasado 3 de enero el propio Jair Bolsonaro fuera hospitalizado de urgencia para tratarle una posible obstrucción intestinal, como informaron en ese momento desde la Presidencia de Brasil y desde el hospital.
Bolsonaro, de 66 años, que recibió una puñalada en el abdomen durante la campaña presidencial de 2018, “ingresó al Hospital Vila Nova Star, en Sao Paulo, para realizarse exámenes”, informó el servicio de prensa del Palacio de Planalto. En ese momento el hospital explicó que el mandatario padeció “un cuadro de suboclusión intestinal” y que entró “en tratamiento”.
Imágenes de TV Globo mostraron, en ese momento, al mandatario brasileño desembarcando en horas de la madrugada en el avión presidencial a pie, junto a su comitiva, en el aeropuerto de Congonhas de Sao Paulo, procedente de Santa Catarina (sur), donde pasó las vacaciones de fin de año.
Cabe resaltar que Bolsonaro, en el poder desde 2019, ya fue ingresado a mediados de julio para ser tratado por una obstrucción intestinal. En esa ocasión, permaneció cuatro días en el hospital.
Debido a la puñalada que recibió en 2018, el dirigente ultraderechista pasó por al menos cuatro cirugías, entre ellas la colocación y posterior retirada de una bolsa de colostomía, que le volvieron más proclive a sufrir trastornos intestinales.
En julio de 2020, el presidente contrajo covid, pero no requirió internación y se recuperó tras varios días de reposo. Bolsonaro asegura, además, que no se ha vacunado contra la enfermedad. El dirigente estaba de vacaciones desde el 27 de diciembre en el estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil, donde se lo vio disfrutando de paseos en la playa y en un parque de diversiones.
Durante su estancia en el litoral de Santa Catarina, Bolsonaro fue blanco de duras críticas por disfrutar de sus vacaciones mientras el estado de Bahia (nordeste) era escenario de intensas lluvias que provocaron 25 muertes y grandes destrozos en decenas de municipios y carreteras regionales.
Cuestionado también por su manejo de la pandemia del coronavirus, que ha dejado más de 622.000 muertos en Brasil, y por la crisis económica derivada de la coyuntura sanitaria, Jair Bolsonaro registra su nivel de popularidad más bajo, con un 53 % de reprobación, según el Instituto Datafolha.
Con información de la AFP.