La modelo británica Naomi Campbell fue sancionada por el órgano regulador de las asociaciones benéficas en Reino Unido, que le prohibió dirigir una organización de caridad durante cinco años, tras detectar gastos excesivos en la entidad fundada por ella. La investigación del regulador británico, Charity Commission, reveló el jueves que solo el 8,5% del gasto total de su organización, destinado a luchar contra la pobreza, se había dedicado a donaciones benéficas entre abril de 2016 y julio de 2022.
Entre los gastos señalados por la auditoría hay un billete de avión de 12.300 libras (unos 16.450 dólares) de Londres a la ciudad francesa de Niza para trasladar obras de arte y joyas a un evento benéfico en Cannes en 2018. Otros dispendios revelados por la investigación son una factura de hotel de cinco estrellas, por 7.800 libras (unos 10.400 dólares) por tres noches. La cuenta incluía los gastos de baños termales, servicio de habitaciones y la compra de cigarrillos y otros productos.
Los administradores “no revisaron en ningún momento el modo de operación de la asociación para garantizar que los métodos de recaudación de fondos redundaran en beneficio de la entidad y que los costes fueran razonables”, criticó el órgano regulador. “Estoy muy preocupada. Estamos investigando por nuestra parte, porque yo no tenía el control de mi organización benéfica, que había confiado a un abogado”, se defendió la modelo de 54 años desde París, donde el jueves fue condecorada con la Orden de las Artes y las Letras por la ministra francesa de Cultura, Rachida Dati.
Además de vetar a Campbell del derecho de dirigir una organización benéfica, “Fashion for relief” fue eliminada del registro de asociaciones caritativas. Campbell fue la primera modelo negra en aparecer en la portada de la revista Vogue británica, cuando tenía 20 años, lo que le abrió un espacio en las pasarelas del mundo entero junto a otras “supermodelos” en los años 1990 como Cindy Crawford, Linda Evangelista y Eva Herzigova, entre otras.
Pero la maniquí se ha visto involucrada en algunos escándalos a lo largo de su carrera. Campbell admitió haber recibido diamantes en bruto del expresidente de Liberia Charles Taylor, condenado por crímenes contra la humanidad cometidos durante la guerra civil en Sierra Leona. Famosa por su fuerte temperamento, fue sentenciada en 2007 a cinco días de servicio comunitario en Nueva York por arrojar su teléfono a una asistente. Un año más tarde, fue arrestada después de un altercado con un oficial de policía en el aeropuerto londinense de Heathrow.
Las jubiladas, protagonistas de la Semana de la Moda de Viena
“¡Se acabó eso de las abuelitas sentadas sin hacer nada!”, exclama Brigitte Hrdlicka, de 63 años, ocupada con los últimos retoques antes del espectacular desfile de jubiladas en la Semana de la Moda de Viena. Con paso firme y actitud altiva, estas modelos por un día, de entre 60 y más de 80 años, desfilaron el martes en la pasarela, que fue la culminación de un proyecto inédito en Austria.
“Tenemos muchas cosas que mostrar”, explica esta exempleada del sector hospitalario, inclinada sobre su máquina de coser, rodeada de percheros llenos de telas multicolores, confeccionadas a partir de materiales de segunda mano. Para adquirir experiencia, las aprendices, que diseñan todo desde cero, incluso los bocetos, recibieron creaciones únicas de cuatro marcas vienesas, encantadas de asociarse con la iniciativa.
Como consejera contaron con la ayuda de Irina Reichel, quien lleva varios años impartiendo talleres de costura en clubes de jubilados de la ciudad, y este año tuvo la idea de entrar en el restringido sector de la moda. “Hacer desfilar a estas diez damas es tomar una posición contra el edadismo y a favor de la inclusión social. ¡Miren cómo brillan de alegría y de placer!”, declara con una sonrisa, señalando a las participantes, cada una más elegante que la otra.
Con alfombra roja, cócteles y aperitivos, el desfile no tiene nada que envidiar a los de otras casas de moda en la ciudad natal del famoso diseñador Helmut Lang. Solo que aquí las modelos lucen sus propias creaciones, con una sonrisa de oreja a oreja, cada una mostrando su personalidad única. Vestidos de gala, estampado de leopardo, rayas marineras e incluso un vestido de novia naranja como punto culminante, hay para todos los gustos y tallas.
“‘Quiero ser como ellas a su edad’. Eso es lo que dicen las más jóvenes”, comenta Zigi Mueller Matyas, responsable de la Fashion Week, destacando la evolución del mundo de la moda hacia una mayor diversidad. Entre el público, Verena Heger, jubilada desde hace dos años, califica la iniciativa como “fantástica”.
“¡No es porque tengamos más de 60 años que hacemos cosas anticuadas!”, insiste. “La modernidad no tiene edad”, destaca, mientras una deslumbrante septuagenaria, con el cabello corto y pelirrojo, avanza entre los aplausos vistiendo una blusa transparente que deja ver un sostén negro.
*Con información de AFP.