El Ejido de Jacume es un pequeño municipio mexicano ubicado Baja California. Son muy pocos los que llegan hasta allí: el camino es largo y está lleno de caminos sin pavimentar y trochas. Un pueblo en el que, tal vez, no se espera que suceda mucho. Sin embargo, algo insólito ocurrió: las autoridades encontraron una obra que lo puso en el mapa de los cibernautas alrededor del mundo. Le recomendamos: La insólita historia del narcojet que salió cargado de El Dorado La Policía mexicana, la Policía Estatal Preventiva (PEP) y las fuerzas militares de México realizaban una operación en el pueblo, en la que se llevaron una gran sorpresa: una casa ubicada a unos 70 metros de la frontera con Estados Unidos resguardaba bajo su estructura el inicio de un túnel que se extendía hasta el vecino país. Le sugerimos: Cayó el narco de las gorras finas El trabajo conjunto de las autoridades mexicanas y estadounidenses permitió conocer las cifras de esta excavación. Cuenta con una profundidad de casi 10 metros y alcanzó la longitud de 191 metros, de los cuales 102 estaban dentro de territorio estadounidense.
Consiguió llegar hasta Jacumba, en San Diego, California, pero sin contar con apertura en la superficie. Según las autoridades, este tipo de perforaciones son utilizadas para traficar desde drogas hasta personas. “El túnel no tenía punto de salida, no había sido terminado todavía. Pero se le considera sofisticado”, explicó a Univisión Eduardo Olmos, vocero de la patrulla fronteriza. El túnel se mereció tal calificación porque contaba con algo que Olmos jamás había visto. Puede leer: El narcohelicóptero del Clan del golfo La infraestructura cuenta con un sistema de paneles solares. Gracias a ellos, allí abajo hay ventilación y luz. Y eso no es todo. También hay 2 bombas de agua, cuya labor es evitar la acumulación del líquido. Y, sin ser suficiente, tiene rieles ubicados en el suelo. “Más de la mitad de los últimos 120 túneles encontrados entre California y Arizona han pertenecido al Cartel de Sinaloa”, indicó Victor Clark Alfaro, director del Centro Binacional de Derechos Humanos en Tijuana a Univisión. Según indica la prensa mexicana, este tipo de túneles se hizo más popular desde que Joaquín “el chapo” Guzmán los empezó a utilizar como mecanismo para traficar drogas.