En las últimas horas, la Nasa advirtió sobre una tormenta solar que podría tener efectos en el planeta Tierra. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, esta tormenta podría causar fallas en la red eléctrica, perturbar los satélites e interrumpir las migraciones de los animales y se espera impacte en el planeta desde este 3 de agosto.
A pesar de la advertencia, los científicos concluyen que estos efectos son considerados de riesgo bajo, así que se espera que no se interrumpa abruptamente la cotidianidad de los pobladores del mundo; sin embargo, estarán atentos a las mediciones que lleguen del Sol.
El aumento de la actividad solar también podría suponer riesgos para las naves espaciales y los astronautas, afectar a las señales del GPS e incluso crear preocupaciones sobre la salud de la tripulación y los pasajeros de los aviones.
Esta condición de advertencia se da por un agujero del Sol, lo cual se puede ver traducido en ráfagas de viento solar que suelen escapar con mayor facilidad al espacio y ser dirigidas hacia la Tierra. La buena noticia es que esta tormenta está clasificada como tormenta geomagnética G1, lo que significa que representa un poder menor.
Cabe destacar que este es considerado como un fenómeno natural y no es necesario catalogarlo como una señal catastrófica, pues la Tierra posee su protección natural ante este tipo de condiciones. Los desechos que brotan del Sol, o eyecciones de masa coronal (CME), generalmente tardan entre 15 y 18 horas en llegar a la Tierra, indicó el Centro de Predicción del Clima Espacial.
La Nasa, por su parte, explicó que este tipo de erupciones solares tiene la capacidad de afectar el planeta cuando se producen en el lado del Sol orientado hacia la Tierra. Esto debido a que las erupciones están formadas por fotones y serían recibidos directamente desde el lugar solar donde se produjo el evento.
¿Qué es una tormenta geomagnética?
Este tipo de fenómenos del universo capta la atención de científicos y curiosos que desean conocer más detalles sobre el comportamiento del Sol. En su portal web, la National Geographic explica en qué consisten estas tormentas.
“Las tormentas geomagnéticas son eyecciones poderosas de energía, que vienen de algunas regiones inestables del Sol, el astro principal del sistema solar. A estas zonas, que se ven como puntos negros sobre la superficie de la estrella, se les conoce como ‘manchas solares’. Algunas de ellas son tan grandes, que podrían devorar planetas enteros”, explica.
Como antecedente de los efectos que puede tener una tormenta geomagnética, en el mes de febrero de este año este tipo de fenómenos impactó a una flotilla de Starlink, la empresa de exploración de Elon Musk, lo que concluyó dañando el 80 % de los satélites enviados por el multimillonario.
A pesar de lo peligroso que pueda sonar una tormenta solar, la mayoría de riesgo de ser víctima de sus efectos radican al estar afuera del planeta. Quienes viven dentro del planeta están protegidos por su campo magnético.
Según los científicos, se espera que debido a ese comportamiento solar, se produzcan auroras en los cielos de países como Canadá y en Estados Unidos en zonas como Alaska, Michigan y Maine.
En cuanto a la historia de tormentas solares en la Tierra, según explica Lives Science, los científicos creen que la tormenta solar más grande jamás presenciada durante la historia contemporánea fue el Evento Carrington de 1859, en el cual se liberó aproximadamente la misma energía que 10 mil millones de bombas atómicas de 1 megatón.
Después de estrellarse contra la Tierra, la poderosa corriente de partículas solares dañó los sistemas de telégrafo en todo el mundo.