En los últimos meses se han producido varios casos en el mundo de personas que se niegan rotundamente a usar el tapabocas como medida de protección contra la covid-19. En algunas ocasiones, estas personas han recibido castigos, multas, regaños y hasta días de prisión. Esta última instancia ha sobresalido en países como Irlanda.

El caso más reciente fue el de una abuela irlandesa “de aspecto agradable y conducta ejemplar”. Sin embargo, su mentalidad cambió cuando llegó la pandemia y sacó a flote su lado más rebelde. Lamentablemente, la anciana pasará la Navidad en prisión por negarse en repetidas ocasiones a llevar la mascarilla en restaurantes, tiendas y otros lugares públicos.

Con esas palabras describió el juez James McNulty a Margaret Buttimer, de 66 años, al imponer este jueves una sentencia de seis meses de cárcel en el tribunal del distrito de Bandon, en el condado sureño de Cork. Además, no era la primera vez que Buttimer se rebelaba ante la Justicia por negarse a llevar la mascarilla, una actitud “absurda y egoísta” que, según el juez, demuestra un desprecio deliberado por la salud y bienestar del prójimo.

Las personas que se niegan rotundamente a usar el tapabocas como medida de protección. | Foto: (c) Copyright 2021, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten

En esa última ocasión, la fiscalía había presentado cargos contra ella por rechazar la protección facial en el restaurante Jakes de Bandon el pasado 17 de noviembre. La acusación también indicó que los responsables de ese establecimiento le pidieron que se pusiera la mascarilla, pero al negarse se vieron obligados a insistirle en hasta 15 ocasiones ( ya que no hacía caso) que abandonara el local.

Por su parte, Buttimer se negó a salir y se quedó en el mostrador hasta la llegada de la Policía, a la que también ignoró por completo cuando le pidieron muy amablemente que se pusiera el tapabocas o se fuera del lugar.

Los oficiales y entes del juicio están bastante sorprendidos por la actitud de la abuela. Su comportamiento ha dejado a todos confundidos y desilusionados de los adultos mayores de la región. En la sentencia, el magistrado dijo estar “perplejo” por la actitud reincidente de la acusada, que ya además acumulaba otras cinco condenas previas por delitos similares cometidos en tiendas y en varios lugares públicos.

Por otro lado, McNulty aseguró que no entendía la persistencia de Buttimer para rechazar la mascarilla ya que, al margen de estos sucesos, consideraba que era una señora muy agradable, la cual llevaba una vida “inmaculada”.

No obstante, en las acusaciones anteriores, la condenada había alegado en su defensa que desconfiaba de la eficacia de los tapabocas y que no estaba segura respecto a la existencia de la covid-19.

Sanciones en Europa por no usar el tapabocas

Francia: en varias ciudades de Francia es obligatorio el uso de la mascarilla en espacios públicos y quienes incumplan esta medida podrían enfrentarse a sanciones que van desde 135 a 1.500 euros o incluso la cárcel en caso de reincidencia.

Bélgica: la multa por no usar el tapabocas en lugares públicos puede llegar hasta los 250 euros.

Italia: los infractores de la norma estarían expuestos a sanciones de hasta 4.000 euros; un panorama que refleja la preocupación de las autoridades locales ante los continuos rebrotes de covid-19.

Sanciones en Colombia por no usar el tapabocas

Los infractores que desacaten las medidas sanitarias en época de cuarentena pueden ser multados hasta con 936.320 pesos, castigo al que se exponen los ciudadanos que no usen tapabocas o lo utilicen de manera inapropiada, no respeten la distancia mínima entre personas, no acaten las normas en establecimientos o realicen actividades no permitidas durante esta época de cuarentena, según el Ministerio del Interior.