Este martes 16 de mayo las autoridades salvadoreñas confirmaron el asesinato de un policía, mientras patrullaba junto a otros uniformados en el departamento de Chalatenango. El crimen no tardó en despertar la ‘ira’ del presidente, Nayib Bukele, quien condenó los hechos y aseguró que no terminarían en la impunidad.
La Policía Nacional resaltó el apoyo de la población a la guerra contra las pandillas, acusadas del crimen, y les advirtió que no se “doblegaría” para devolver la tranquilidad en las calles del país. La agresión tuvo lugar en el municipio de Nueva Concepción; se confirmó la aprehensión de un individuo y la búsqueda de otros sospechosos.
La agencia de noticias AFP recogió las palabras del diputado, Guillermo Gallegos, quien aseguró que el uniformado se había convertido en el cuarto agente muerto desde que se puso en marcha el estado de excepción, y el primero en los primeros meses de este año. Entre tanto, esa medida gubernamental ha generado opiniones divididas en la comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos.
Contundente respuesta de Bukele
En horas de la mañana, el mandatario salvadoreño confirmó que, desde la madrugada, se había dispuesto un cerco de seguridad con el despliegue de 5.000 miembros de las Fuerzas Armadas y 500 de la Policía Nacional. El objetivo es encontrar a todos los que pudiesen haber tenido participación en la muerte del policía.
“Pagarán caro el asesinato de nuestro héroe”, sentenció Bukele al confirmar que con ese número de elementos también buscaba acabar con los presuntos pandilleros presentes en esa zona (ubicada a 85 kilómetros de la Capital) y otros sectores “escondidos, huyendo del régimen de excepción”.
En un mensaje anterior, el mandatario arremetió contra las organizaciones no gubernamentales por sus continuos cuestionamientos y advirtió que su gobierno no descansará hasta ganar la guerra contra los grupos delincuenciales. “Sanaremos nuestro país y eliminaremos esta peste por completo”.
“Que sepan todas las ONGs de “derechos humanos”, que vamos a arrasar con estos malditos asesinos y sus colaboradores, los meteremos en prisión y no saldrán jamás. No nos importan sus reportajes lastimeros (...), ni su famosa ‘comunidad internacional’, que jamás se preocupó por nuestra gente”, añadió.
Sigue la guerra contra pandillas
Este martes el Legislativo dio luz verde (con 67 votos) al régimen de excepción, una medida que permite arrestos sin orden judicial, misma con la cual el presidente salvadoreño ha tenido tanto aplausos como críticas. Esta permanecerá en vigencia hasta el 15 de junio, a la espera de una nueva prórroga.
Según el Ministerio de Justicia y Seguridad, citado por AFP, desde marzo del año pasado han sido detenidos casi 69.000 presuntos pandilleros. De esta cifra, al menos 5.000 han quedado libres por no encontrarse vínculos con esos grupos al margen de la ley. El encargado de esa cartera, Gustavo Villatoro, condenó también el asesinato del uniformado policial.
“Condenamos rotundamente este hecho de sangre, estamos haciendo todas las coordinaciones en el territorio para dar con los cobardes asesinos. Sepan que no habrá impunidad ni piedad para los culpables, serán sometidos ante la justicia”, dijo el funcionario.
En otro mensaje agregó que la administración actual no se detendría “hasta capturar a cada uno de los responsables de este vil asesinato y desarticular por completo a esta estructura criminal”.
A pesar de las controversias e informes de organizaciones internacionales por supuestas violaciones contra los derechos humanos, durante el estado de excepción, Nayib Bukele ha defendido a ‘capa y espada’ su política. También ha cuestionado a sus contradictores, al señalarlos de estar a favor de los grupos criminales.