El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, reiteró que su país es el más seguro de América Latina y que los balances con una disminución en los actos delictivos diarios dan prueba de ello. El jueves 15 de diciembre cerró con cero homicidios, según cifras de la Policía Nacional.
La nación centroamericana completó nueve meses desde que el Gobierno declaró el estado de excepción, y con él, una “guerra contra las pandillas” que le ha valido cuestionamientos de organizaciones internacionales. ONG como Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) denuncian violaciones a los derechos humanos durante las detenciones.
“Las fuerzas de seguridad han maltratado a comunidades vulnerables con violaciones generalizadas de los derechos humanos en nombre de la seguridad pública (...). Para poner fin a la violencia de las bandas, el Gobierno debe aplicar una política de seguridad eficaz y respetuosa con los derechos que otorgue a los salvadoreños”, dijo la directora para las Américas de HRW, Juanita Goebertus.
Una defensa, a ‘capa y espada’
Este jueves Bukele enfatizó, como ya hizo hace algunas semanas, que la nación había tenido un cambio en materia de seguridad. “0 homicidios. El Salvador es ya irrefutablemente el país más seguro de América Latina. Es increíble pensar que hasta hace unos años, éramos el país más peligroso del mundo. Un buen Gobierno da resultados. Un mal Gobierno da excusas. ¡Dios con nosotros!”.
“Este es el verdadero temor de las ONG, los grandes medios y muchos en la comunidad internacional… Que otros países quieren replicar nuestro ejemplo. Literalmente, tienen intereses invertidos en que volvamos al pasado. No lo haremos”, dijo el mandatario esta misma semana.
Cifras oficiales dan cuenta de que, hasta la fecha, unas 66.000 personas han sido arrestadas en el marco del estado de excepción y en operativos que han apuntado a altos mandos de organizaciones como la Mara Salvatrucha. De acuerdo con CNN, la cifra se eleva a unos 100.000 si se tiene en cuenta la población adulta que a la fecha estaría en la cárcel (2 %).
Guerra abierta contra las pandillas
El Salvador se constituía como una de las naciones “sin guerra” donde mayor violencia se registraba a nivel global. En 2017 se contabilizaron 60 homicidios por cada 100.000 habitantes, un índice que disminuyó progresivamente al cierre del año pasado con 17,6 % por cada 100.000 ciudadanos.
Desde enero de este año y con corte al 31 de marzo, el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, aseveró que de 262 municipios, 114 (43 %) no registraban homicidios, y de abril al resto de 2022 son 180 (el 68, 7 %) las zonas sin muertes que se puedan relacionar con la violencia.
La disminución de los actos delictivos es atribuida al combate contra las pandillas, derivado de las políticas implementadas desde finales de marzo. Estas respondieron a una escalada de asesinatos que del 25 al 27 de ese mes dejó un saldo de 87 muertos.
Esta semana la Asamblea Legislativa, que tiene a partidarios del oficialismo como mayoría, dio luz verde a una nueva extensión (la novena) del estado de excepción. La medida seguirá del 18 de diciembre al 16 de enero y salió adelante con 67 votos a favor (en un Legislativo de 84 escaños).
Según el decreto “las organizaciones criminales y sus integrantes mantienen su amenaza (...). Los resultados del régimen de excepción son innegables y lo hemos visto en el territorio. Con esta nueva prórroga, estamos cuidando la vida de los salvadoreños”, dijo el diputado oficialista Walter Alemán.
El diario La Prensa Gráfica reveló una encuesta que sitúa en el 87 % la aprobación que tienen los salvadoreños sobre la gestión de Nayib Bukele. También hizo hincapié en que la “punta de popularidad” se debe a las decisiones sobre seguridad.
*Con información de AFP.