Las discordias entre el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua y la Iglesia católica en cabeza del papa Francisco ya se han hecho más que públicas. El mismo obispo de Roma ha criticado en diferentes oportunidades el proceder inhumano de Ortega sobre opositores, manifestantes e integrantes de la Iglesia en ese país.
Aunque Ortega no se ha referido directamente a su pensamiento sobre las críticas del papa Francisco, los medios oficialistas se están encargando de enviar el mensaje.
19 Digital es uno de los medios oficialistas de Nicaragua, desde donde se han lanzado fuertes críticas a las declaraciones del vicario de Cristo.
Fabrizio Casari escribe para ese medio de comunicación. En uno de sus artículos llamados “El desequilibrio de San Pedro”, se fue de frente contra Francisco luego de que en una entrevista asegurara que Ortega tiene algún tipo de “desequilibrio”.
“Ha acusado al presidente Daniel Ortega y a la vicepresidenta Rosario Murillo de ‘desequilibrio’, pero las declaraciones verdaderamente desequilibradas parecen ser las suyas, sobre todo cuando se lanza a una comparación tan temeraria como antihistórica, posiblemente fruto del rencor y no del conocimiento, entre la Nicaragua de 2023 y la Rusia de 1917 o la Alemania de 1935″, escribió Casari.
Por su parte, William Grigsby, director de otro medio radial oficialista de Nicaragua llamado La Primerísima, llamó nazi al santo padre.
“Jorge Bergoglio es un claro ejemplo del carácter nazi, dictatorial, antidemocrático, racista, antipopular e hipócrita que ha caracterizado a la inmensa mayoría de los jerarcas vaticanos de los últimos cinco siglos”, señaló el hombre al aire.
“Dictadura grosera”
El papa Francisco calificó el pasado viernes a Nicaragua de “dictadura grosera” y declaró que el presidente Daniel Ortega tiene un “desequilibrio”. Las declaraciones del pontífice se producen apenas unos días después de que el Gobierno del país centroamericano decidiera cerrar dos universidades vinculadas a la Iglesia católica.
“Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige”, dijo Francisco en una entrevista al diario argentino en Infobae, refiriéndose a Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido sucesivamente en cuestionados comicios.
En la entrevista, el papa argentino hizo referencia, sin nombrarlo, al obispo católico Rolando Álvarez, condenado en febrero a 26 años de prisión por, entre otros cargos, menoscabo a la integridad nacional.
“Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”, manifestó.
El obispo de Matagalpa, de 56 años, estaba detenido desde agosto por conspiración y rechazó ser deportado a Estados Unidos con otros 222 opositores excarcelados y expulsados del país por ser “traidores a la patria”.
“Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas (…) Son un tipo de dictaduras groseras”, añadió el santo padre.
Nicaragua enfrenta una ola de condena de la comunidad internacional debido a la deriva autoritaria del Ejecutivo de Ortega, quien gobierna con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. Centenares de opositores fueron detenidos en el país en el contexto de la represión que siguió a las multitudinarias protestas antigubernamentales de 2018.
Desde entonces, el Gobierno se ha enfrentado también al mundo eclesiástico y a líderes de la Iglesia que han criticado sus políticas.
Hace casi un año, el Gobierno expulsó, por ejemplo, al nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag.
La semana pasada, el Ministerio de Gobernación (Interior) canceló la personería jurídica de la Universidad Juan Pablo II (de la Conferencia Episcopal de Nicaragua) y de la Universidad Cristiana Autónoma de Nicaragua (Ucan) alegando “incumplimientos” de leyes.
Ese mismo día, el diario oficial también anunció la disolución de los organismos católicos de beneficencia Caritas Nicaragua y Caritas Diocesana de Jinotega.
*Con información de Europa Press.