Este sábado 8 de julio, en la sede de la Universidad Nacional en Leticia, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, lideró el encuentro Camino a la Cumbre Amazónica – Reunión Técnico Científica, como parte de los actos de cierre del Encuentro Camino a la Cumbre Amazónica, junto a su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
El objetivo de la reunión es iniciar los trabajos preparatorios para la cumbre amazónica, según lo dijo el presidente de Brasil quien saludó la reunión que sostuvo con el presidente de Colombia en Leticia.
“Es la primera vez que Brasil y Colombia cuentan al mismo tiempo con gobiernos progresistas que comparten un compromiso en poner la Amazonía en el centro de sus políticas”.
El presidente aseguró que cuando recibió la invitación del presidente Petro a la reunión le pareció excelente la idea de iniciar en Leticia este acercamiento de cara al evento sobre el Amazonas que tendrá lugar en las próximas semanas.
La deforestación en la Amazonia acepta al cono sur amenazando el suministro de agua para el consumo humano y las actividades económicas, dijo el presidente asegurando que se han discutido temas fundamentales como la protección y la promoción de la ciencia y la innovación, la economía y el combate a los crímenes transnacionales.
Según el presidente Lula, los países amazónicos deben enfrentar desafíos institucionales, como el fortalecimiento de la organización del tratado de cooperación amazónica y por el lado político la construcción de una visión nueva sobre desarrollo sostenible para la región.
En la intervención del presidente aseguró que se pretende institucionalizar el observatorio regional amazónico que va a sistematizar y monitoreará los datos de todos los países para hacer de las políticas públicas más efectivas “transmitiendo en tiempo real datos y alertas de lluvias, contaminación, incendios, sequías que ayudan a salvar vidas.
Las alertas de deforestación en la Amazonía, según el presidente Lula, registraron una reducción de 33,3% en el primer semestre del 2023, algo que hace que el gobierno se comprometa para el 2030 a eliminar la deforestación ilegal en el país.
Sobre la delincuencia que afronta Brasil y la lucha contra el narcotráfico, el presidente aseguró que este mal se convierte en vector de delitos ambientales, los pueblos indígenas son víctimas de la explotación ilegal de sus tierras, “la violencia de género y la explotación sexual no pueden tolerarse”.
A los desafíos se suma la coordinación de foros multilaterales, dijo el presidente, asegurando que “nuestra voz debe ser escuchada con fuerza en conferencias de clima y debates de desarrollo sostenible”, esta afirmación en el marco de la próxima COP 28 este año.
El presidente de Brasil le exigió a los países ricos que cumplan con el acuerdo de Copenhague en el 2009 de 100 mil millones de dólares al año para la acción climática “son ellos los que han emitido la mayoría de los gases de efecto invernadero”.
El mandatario también aseguró que la cumbre que se llevará a cabo en las próximas semanas servirá para que los demás países conozcan y se preocupen por el buen vivir de los habitantes de la Amazonía, “una transición ecológica justa requiere de recursos adecuados y transferencia de tecnología, no puede basarse en la explotación depredadora de los recursos naturales”.
“Mi sueño es que la Amazonía se convierta en un ejemplo de desarrollo sostenible”, dijo el presidente.