El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció este domingo su decisión de impulsar, de manera unilateral tras la ruptura de las conversaciones con la oposición, algunos aspectos de su polémica reforma judicial, cuyos detractores perciben como un ataque a la separación de poderes.
Netanyahu, en la sesión dominical de su Consejo de Ministros, ha acusado a los líderes de la oposición, Yair Lapid y Benny Gantz, de “perder el tiempo” con maniobras como la elección de diputados al Comité de Selección Judicial para ralentizar un proceso que solo necesita de dos votaciones en el pleno del Parlamento israelí, la Knesset, para su aprobación definitiva.
El primer ministro, no obstante, había aguantado hasta ahora las provocaciones de sus socios de ultraderecha consciente de la enorme oposición al proyecto, demostrada con una serie de multitudinarias protestas semanales iniciadas hace seis meses.
Sin embargo, este domingo Netanyahu ha apelado a la mayoría de la que disfruta su coalición para anunciar su impulso unilateral. “La vasta mayoría de la opinión pública entiende que necesitamos hacer cambios en el sistema judicial, por lo que la semana que viene nos reuniremos para adoptar medidas prácticas, de manera mesurada y responsable, y de acuerdo con el mandato recibido”, ha declarado.
Netanyahu, a continuación, ha acusado a Lapid y a Gantz de haber “jugado” con unas negociaciones “que han interpretado a su gusto”, y reiterado su intención de proseguir con la reforma sin consultar a sus rivales políticos. “Les he dado un mes, y otro mes, y otro mes, sin que sus negociadores tuvieran la más mínima intención de llegar a un acuerdo. Se han limitado a perder el tiempo”, ha declarado.
Lapid, en respuesta, ha avisado que si Netanyahu “sigue con su plan golpista”, se va a encontrar con la realidad de que “es el primer ministro de menos de la mitad de Israel, menos de la mitad de la estructura de la seguridad de Israel, de menos de la mitad de la economía de Israel y de menos de la mitad del Parlamento”, según una declaración recogida por el ‘Times of Israel’.
Protestas no se cesan
Una multitud de israelíes protestó el sábado en Tel Aviv y otras ciudades del país, por 23ª semana consecutiva, en rechazo a la reforma judicial.
Netanyahu anunció el 27 de marzo una “pausa” para dar una “oportunidad [...] al diálogo”, pero la movilización contra la reforma, considerada antidemocrática por sus detractores, sigue siendo fuerte.
El Ejecutivo estima que la reforma judicial servirá para equilibrar el poder entre el Parlamento y la Corte Suprema, tachada de politizada por la actual coalición gubernamental, la más derechista de la historia de Israel.
Pero los opositores consideran que la reforma podría empujar al país hacia un modelo liberal o autoritario.
En la ciudad de Petah Tikvah (centro), una abogada que se identificó como Neria declaró que temía que la coalición gobernante reanudara su reforma de manera unilateral tras la suspensión de las negociaciones.
“El gobierno no dice que vaya a parar la reforma, y queremos que entienda que seguimos aquí, y que si propone una reforma que consideramos mala para la democracia, aquí estamos y nos opondremos”, dijo a la AFP.
Netanyahu arremete contra manifestantes que se oponen a reforma judicial en Israel; los acusa de acosar a diputados
Netanyahu acusó recientemente a los manifestantes que llevan semanas protestando en las calles de Israel contra la reforma de acosar regularmente a diputados de la coalición.
“¿Es legal acercarse a un representante público y perseguirlo, amenazarlo y restringir su libertad de movimiento en un espacio público? Esto es muy serio”, ha declarado el primer ministro en un discurso ante la Knesset, el Parlamento israelí, según recoge el periódico The Times of Israel.
Netanyahu, que ha hecho referencia a varios incidentes que han tenido lugar en las últimas semanas, ha hecho estas declaraciones un día después de que varios manifestantes abuchearan al diputado del partido Sionismo Religioso Simcha Rothman, máximo responsable de la polémica propuesta de reforma judicial planteada por la coalición de extrema derecha que sostiene al gobierno israelí.
“En nombre de la democracia, en nombre de la libertad de expresión, impidieron que Simcha Rothman hablara en la Universidad de Tel Aviv”, ha criticado, ya que el diputado, que se encontraba en un evento, terminó abandonando el lugar debido al incidente.
También ha lamentado que una mujer hubiese intentado golpear con una bandera al ministro de Agricultura, Avi Dichter; un ataque contra el ministro de Economía, Nir Barkat, que ha visto que un grupo de manifestantes se ató a su casa como protesta, o la expulsión del parlamentario del Likud Boaz Bismuth de una sinagoga.
Con información de Europa Press y AFP