El pasado sábado un deslave en la ciudad venezolana de Las Tejerías, en el centro del país, dejó hasta el momento 36 personas fallecidas y más de 60 desaparecidos, una tragedia que conmovió al país.
Las labores de rescate se intensifican, pero entre brigadas coinciden en que “difícilmente” será posible encontrar sobrevivientes.
“Bienvenida toda la ayuda internacional, agradezco las comunicaciones, los comunicados y las muestras de solidaridad de presidentes, de primeros ministros del mundo entero”, aseguró el presidente Nicolás Maduro al ser preguntado por la posibilidad de que pueda entrar ayuda internacional a la zona de desastre.
Unos 3.000 efectivos, entre policías, militares y miembros de Protección Civil, coordinan esfuerzos junto a los vecinos para excavar entre la masa de barro, ramas de árboles y rocas tras un alud que arrasó el sábado Las Tejerías (Aragua, centro), tras intensas y copiosas lluvias.
El ministro de Justicia Remigio Ceballos tuvo la oportunidad también de agradecer la ayuda y las acciones por parte de la sociedad civil en el rescate de las víctimas, pero se vio envuelto en una polémica solicitud a los medios de comunicación: no estar presente en la zona de desastre.
“Hay una zona decretada de desastre y no se permite el acceso de ningún periodista ni de ninguna empresa privada porque estamos trabajando”, dijo el ministro Ceballos permitiéndole el ingreso y la transmisión al medio Venezolana de Televisión y exigiendo a quien desee ingresar hacerlo con previa autorización.
Una de las entidades que se encuentran en la zona es la de las Fuerzas de Tarea Humanitaria Simón Bolívar, un grupo multidisciplinario creado en 2005 para atender este tipo de desastres con labores intensas de rescate dentro y fuera del país, labor que agradeció el presidente Maduro asegurando que “Venezuela ha reaccionado rápido”.
Las reacciones no se hicieron esperar, el líder de la oposición Juan Guaidó aseguró que “es una desvergüenza por parte de Maduro, un dictador que ha cometido crímenes de lesa humanidad, hablar de la “experiencia del 99″, cuando en ese entonces rechazaron ayuda internacional y dejaron vulnerable al país. Lo ocurrido en Las Tejerías ratifica esa vulnerabilidad” refiriéndose a lo que fue la tragedia de Vargas en 1999 a la que Maduro hace alusión de una buena gestión cuando se había rechazado ayuda internacional por parte del gobierno de turno.
Más de 400 familias han declarado sus viviendas en pérdida total, y otras 400 muestran un daño parcial en su infraestructura. Las autoridades venezolanas han asegurado que se cuenta con tres refugios y con la ayuda de organizaciones no gubernamentales en los sectores afectados.
Venezuela sufre este año una atípica temporada de lluvias, que se ha extendido prácticamente todo el año por el fenómeno de La Niña, ondas tropicales y los coletazos del huracán Julia.
En las últimas tres semanas, otras 13 personas murieron en diferentes regiones del país, también como consecuencia de las fuertes lluvias.
En Las Tejerías, por ejemplo, “llovió en ocho horas lo que llueve durante un mes”, apuntó el domingo la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
La crecida del río, que fue de hasta seis metros en las estructuras más cercanas al cauce, arrastró árboles, automóviles, postes de luz, antenas telefónicas y parte de viviendas, muchas construidas en zonas de riesgo
El deslave en Las Tejerías es el peor desastre natural de Venezuela en lo que va de siglo. En 1999, un gran deslave en el estado Vargas (norte) mató a unas 10.000 personas.
El Gobierno ha instalado refugios en Maracay, capital de Aragua, y anunció además la distribución de 300 toneladas de alimentos. También se instalaron centros de acopio en todo el país para recaudar donaciones.
*Con información de la AFP.