El líder del régimen chavista, Nicolás Maduro, anunció este lunes, primero de julio, la reanudación de diálogos con Estados Unidos, a pesar de las sanciones de Washington contra el sector petrolero y a menos de un mes de las elecciones presidenciales venezolanas. Las conversaciones iniciarán, según Maduro, el próximo 3 de julio.
“El próximo miércoles se reinician las conversaciones con Estados Unidos para que cumplan los acuerdos firmados en Catar y para restablecer los términos del diálogo con respeto, sin manipulaciones y además que sean diálogos públicos sin especulaciones”, afirmó Maduro en su programa de televisión.
Esta reanudación del diálogo marca un paso importante en las relaciones entre ambos países, que han estado tensas debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Las negociaciones se centrarán en temas clave como el levantamiento de las sanciones y el establecimiento de condiciones para unas elecciones transparentes y justas en Venezuela.
De acuerdo con Maduro, por más de dos meses ha estado “recibiendo la propuesta” de parte del Gobierno norteamericano para entablar las conversaciones.
“Yo quiero superar este conflicto de suma cero, de confrontación, brutal y estéril con ellos, con el norte. Ya queda de ellos cumplir. Yo he recibido la propuesta durante dos meses continuos del Gobierno de los Estados Unidos para restablecer las conversaciones y el diálogo directo, luego de pensarlo durante dos meses, he aceptado”, agregó en el programa semanal.
Según el líder del régimen, los diálogos no serán “a escondidas”, porque, aseguró, los estadounidenses “no respetan” los “acuerdos secretos”.
“Vamos a debatir y a buscar nuevos acuerdos”, agregó Maduro, asegurando: “Quiero diálogos, quiero entendimiento, quiero futuro para nuestras relaciones, quiero cambios, eso sí, bajo la soberanía absoluta y la independencia de Venezuela”.
Las elecciones presidenciales, programadas para el próximo 28 de julio, son un punto crucial en la política venezolana, y la comunidad internacional está observando de cerca los comicios en el país. La reanudación del diálogo podría influir significativamente en el panorama político y económico de Venezuela.
Cabe recordar que las negociaciones directas que se llevaron a cabo el año pasado resultaron en el intercambio de varios ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela por Álex Saab, un estrecho colaborador de Maduro, quien estaba siendo procesado en Estados Unidos por lavado de dinero.
En abril, el Gobierno venezolano acusó a Estados Unidos de no cumplir con dos memorandos de entendimiento firmados con la administración del presidente Joe Biden. Uno de los acuerdos trataba sobre temas migratorios y el otro sobre asuntos políticos y diplomáticos, ambos enfocados en la normalización de las relaciones bilaterales.
Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento y líder de la delegación negociadora del Gobierno, quien según Maduro liderará la próxima ronda de conversaciones, presentó fotografías de reuniones con Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, junto con los documentos firmados.
Por su parte, Estados Unidos reconoció que el gobierno de Maduro había cumplido con ciertos compromisos de los acuerdos de Barbados, incluyendo el establecimiento de un calendario electoral y la invitación a misiones de observación internacional. Sin embargo, criticó la exclusión de candidatos de oposición en el proceso electoral.
En paralelo a esos encuentros, el Gobierno venezolano y la oposición se reunieron para acordar las condiciones y fecha de las elecciones presidenciales.
Como recompensa, Estados Unidos flexibilizó el embargo petrolero, pero en abril reimpuso las sanciones, tras considerar que el Gobierno venezolano había incumplido el acuerdo al inhabilitar a la principal líder de oposición, María Corina Machado, para las presidenciales del 28 de julio.
Washington condicionó el levantamiento de las medidas punitivas a la habilitación de todos los opositores, pero Venezuela consideró la acción como una forma de “tutelaje”.
*Con información de AFP.