Con bombos y platillos, Nicolás Maduro anunció el miércoles que su régimen prepara un plan para evitar el impacto de las sanciones impuestas a Rusia y que tendrán impacto sobre Venezuela, sobre todo en la economía y el sistema agroalimentario.
“Estamos preparándonos para el efecto de las sanciones contra la economía rusa. Hay un factor boomerang generado por las sanciones de occidente contra Rusia”, dijo a la vez que exigió nuevamente a Estados Unidos y a la Comunidad Económica Europea levantar las sanciones contra el Gobierno de Vladimir Putin.
En una transmisión por el canal Venezolana de Televisión, Maduro detalló que su “plan antiboomerang de protección al pueblo de Venezuela” pretende tomar decisiones para, según él, “neutralizar la inflación brutal contra los alimentos en el mundo”.
El diario Tal Cual, en su versión digital, registró que Maduro hizo estas declaraciones durante una reunión de la comisión de economía productiva. En dicho encuentro afirmó que debido a las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela “se acabó el Estado rentista petrolero. Las sanciones contra Venezuela aceleraron este proceso, pero creamos los mecanismos para estabilizar el país”.
El sucesor de Hugo Chávez prometió que en un máximo de dos años va a garantizar toda la producción en Venezuela “para ir haciendo luego el camino para ir al mercado internacional”.
Maduro estuvo acompañado por la vicepresidenta Delcy Rodríguez y del ministro de Agricultura, Willmer Castro Soteldo, así como un grupo de empresarios privados. En el encuentro reiteró que “Venezuela está mejorando y se está recuperando. Todo el que se produce en Venezuela tiene garantizada su ganancia”.
Soltando sus ideas, propuso al ministro de Agricultura crear una canasta de criptomonedas para incentivar la producción en el país. “Castro Soteldo, ¿qué te parece esta idea? Una canasta de monedas y criptomonedas para ir alimentando el centro de acumulación y distribución de la riqueza de Venezuela”, le dijo.
También reiteró la orden de fortalecer el programa de entrega de bolsas de alimentos Clap para distribuir alimentos a 7 millones de familias cada 15 días en todo el territorio nacional. “Los Clap son un milagro de Dios en la tierra. Quiero que llegue el Clap cada 15 días, con su carnita, su mortadela y otras cosas. Mi gran sueño es que el Sistema Clap llegue cada 15 días a 7 millones de familias venezolanas. Los Clap llegaron de milagros”, dijo durante la reunión con los funcionarios de su gabinete.
Tras un contacto con el gobernador del estado Apure, Eduardo Piñate, dijo que ejecutaran medidas para impedir el contrabando de ganado desde Venezuela hacia Colombia: “He ordenado nuevas medidas de seguridad estrictas al Ceofanb, al ministro Ceballos y a todos los jefes de las Redi y las Zodi por el contrabando de ganado hacia Colombia”.
Como una forma de sorprender a la prensa internacional, Maduro anunciaba recientemente que Venezuela “abandonó la hiperinflación”, un estado de la economía que comenzó en noviembre de 2017 y que se ha visto frenado en los últimos siete meses con una inflación de un dígito, incluso, más baja que la de Argentina.
Desde hace varios años, el vecino país vive una dolarización transaccional, porque la mayoría de los productos se comercializan en la divisa estadounidense y no en la moneda nacional, llamada “bolívar digital”.
“Yo puedo declarar políticamente, con el resultado del manejo de la inflación entre los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, que ha sido de un dígito con tendencia a la baja, que Venezuela abandona el estado de hiperinflación”, recalcó Maduro en una entrevista televisada que le hizo el escritor Ignacio Ramonet.
La realidad es que, tres años después, el dólar se ha convertido en la principal herramienta de pago en Venezuela, con más del 70 % de las operaciones, según la firma Ecoanalítica. También se paga con pesos colombianos en zonas fronterizas y hasta con pepitas de oro minero en el estado Bolívar, pero es el dólar el que marca todos los precios. Su dictadura en las calles es total.