La presencia del presidente Nicolás Maduro en la Asamblea General de la ONU fue una sorpresa. A última hora -literalmente- aterrizó en Nueva York acompañado de su esposa Cilia Flores, quien fue sancionada el pasado martes por Estados Unidos. Su intervención estaba agendada para la tarde de este miércoles, pero su presencia no se había confirmado. No es una exageración decir que la discusión en la asamblea se venezolanizó, los países del continente nombraron la crisis venezonala en sus intervenciones. La mayoría la criticaron: Ecuador, Argentina, Panamá, Colombia, Estados Unidos. Y solo dos la respaldaron: Cuba y Bolivia. Precisamente Evo Morales abonó terreno para Maduro, su intervención lo antecedió. “Venezuela está sufriendo una agresión descarada de parte de Estados Unidos y sus aliados. Latinoamérica rechaza de manera clara los intentos de intervenir militarmente a Venezuela", dijo Morales ante los líderes, ministros y embajadores de 130 países del planeta. "Los problemas venezolanos deben ser resueltos por los venezolanos", añadió. Su “verdad” Maduro dijo que su intención era contar la “verdad”, es decir, tratar de desestimar todas las acusaciones a las violaciones de derechos humanos que han hecho otros países y ciudadanos venezolanos. La mejor forma de hacerlo es la omisión. Maduro no hizo –a lo largo de su discurso- la más mínima referencia a los perseguidos políticos, ni a la represión, ni a la falta de garantías para la oposición. Mucho menos a las ejecuciones extrajudiciales que han denunciado ONG. De la migración dijo que era una “supuesta migración”. Lo ha dicho en otros escenarios, supuestamente lo que ocurre es que existe una “moda” de irse a viajar a países como Colombia, Perú, Brasil, Estados Unidos, y no un éxodo en el que las personas salen de Venezuela porque no tienen ni qué comer. Para Maduro, todo esto hace parte de una arremetida diplomática, política y mediática que hay contra su país. “Venezuela es víctima de agresión de carácter diplomática, ayer fuimos testigos de cómo el presidente de Estados Unidos hizo amenazas directas de recorte, de ayuda y de retiro de ayuda de los sistemas de apoyo”, aseguró. Puede leer: Uribe: "Soldados de Venezuela deberían apuntar hacia el Palacio de Miraflores" También se refirió a las sanciones económicas que ha impuesto Estados Unidos a su círculo más cercano: su esposa, Cilia Flores; su ministro de Defensa, Vladimir Padrino y al mismo Diosdado Cabello, uno de los hombres más poderosos del régimen. Según Maduro, estas medidas son “ilegales” desde el punto de vista del derecho internacional. Además, dijo que la razón por la que Estados Unidos y la comunidad internacional están tan interesados en que la revolución se acabe es por las reservas de petróleo de Venezuela, que son las más grandes del mundo, y agregó que “Venezuela posee la primera reserva de oro más grande del mundo bajo estándares internacionales”.
Trump: un potencial amigo "Yo estaría dispuesto a estrechar la mano del presidente de Estados Unidos y a sentarme a dialogar sobre los asuntos de las diferencias bilaterales y los asuntos de nuestra región", dijo Maduro. “Que tenemos diferencias, presidente Trump, claro, pero son los diferentes los que tienen que dialogar”, agregó. Todavía existe la posibilidad de que Trump y Maduro se reúnan. Según las palabras de ambos mandatarios estarían dispuestos a hablar, pese a toda la tensión que se ha generado en los últimos días. Trump afirmó el miércoles en las Naciones Unidas que hasta las "opciones" más "fuertes" están sobre la mesa con respecto a Venezuela, en referencia tácita a una intervención militar. También aseguró que los militares venezolanos podrían derrocar "rápidamente" a Trump si así se lo propusieran. Ayuda sí, pero a su manera La comunidad internacional ha pedido que Venezuela abra sus puertas para una asistencia humanitaria, pero esto no ha sido posible. Sin embargo, Maduro aseguró que él tenía las “puertas abiertas” para todo aquel que quisiera ayudar siempre y cuando respetara la soberanía del país sin “intervenir en los asuntos internos de Venezuela”, y dijo que había voluntad para que se diera un diálogo político nacional. Maduro contó su verdad acerca del supuesto atentado con drones en Caracas. Reiteró lo que ha dicho en otros escenarios: el hecho se habría planeado desde Colombia –aunque el país ha negado esta acusación- y estarían involucrados incluso diplomáticos de Chile y Perú. Querían “descabezar el estado de nuestra patria”, dijo Maduro, quien además aseguró que sería muy bueno que Estados Unidos reconociera su participación en estos hechos. “Hemos aguantado arremetidas políticas (…) hoy Venezuela está más fuerte que nunca”, dijo Maduro dando a entender que lejos de sus posibilidades está dejar el poder. Escucha"Maduro, con el agua hasta el cuello" en Spreaker.