La Policía de Essex, condado al este de Inglaterra, informó que el lamentable incidente se presentó el pasado 1.° de junio, cuando la niña daba un paseo por el Adventure Island (Isla de la Aventura), un parque de diversiones ubicado en la ciudad de Southend-on-Sea.
Según informó The Sun, el hombre de 57 años abordó a la menor y la tocó de modo inapropiado.
Cuando él se alejó, ella informó sobre el abuso a personas adultas y la Policía se hizo presente en el lugar.
Al rato, los agentes detenían a un hombre que, al parecer, fue el autor del crimen.
El sospechoso no fue identificado, sino que solo fue descrito por las autoridades como bajo de estatura, con cabello gris, vestido con una camiseta y con anteojos en el rostro.
La Policía se lo llevó a la comisaría, en aras de desarrollar una investigación que compruebe la acusación de la niña, aunque luego fue liberado bajo fianza.
De todos modos, la indagación continúa y, para ello, las autoridades hicieron un llamado a la comunidad: “Invitamos a cualquiera que haya sido testigo de este ataque o que tenga alguna información a que se ponga en contacto con nosotros”, informó The Sun.
Por su parte, la menor perjudicada recibió asistencia, tanto de los agentes como de otras entidades de bienestar social.
En los últimos años, el Reino Unido ha vivido un incremento preocupante en materia de delitos sexuales.
De acuerdo con NSPCC, sociedad que combate la crueldad contra los niños, se estima que 1 de cada 20 niños entre los 11 y 17 años ha sufrido estos vejámenes.
Sin embargo, la cifra podría ser mayor, debido a que muchos de estos casos se mantienen ocultos.
La organización también afirma que un tercio de las quejas a la Policía por este tipo de delitos son contra menores.
Las niñas y los niños de mayor edad son los más propensos a ser víctimas de estos delitos.
Como sucede en el resto del mundo, la mayor parte de los abusos son cometidos por personas del entorno del niño.
En 2021, Inglaterra y Gales se escandalizaron al conocer que aquel año se registró el mayor número de violaciones en la historia de esta parte del Reino Unido, con algo más de 61.000 delitos de este tipo registrados por la Policía.
El año pasado, el horror oculto de estos crímenes quedó al descubierto, cuando se supo que más de 1.000 niños de Telford, Inglaterra, fueron explotados sexualmente desde 1989.
Según la prensa local, este desastre se pudo prevenir, si las autoridades hubieran investigado a tiempo y no se hubieran dejado llevar por el miedo que les producía agudizar el conflicto racial en la zona.
El Sunday Mirror informó que la mordaza que se autoimpusieron las autoridades fue tal, que su personal alentaba a los padres a que no denunciaran los casos.
Las víctimas contaron cómo los criminales, varios de origen asiático, se ganaban su confianza, en sitios como parques, lo que recuerda el incidente que acaba de ocurrir en Essex.
Luego, los ponían bajo su control, tanto para abusar de ellos como para lucrarse vendiéndolos como mercancía sexual.