El caso de Jareth Thomas Harries-Markham, de 24 años, ha causado conmoción en Australia. El joven confesó haber cometido 141 delitos sexuales contra niños entre julio de 2020 y agosto de 2021. Los menores habían sido confiados a su cuidado luego de que anunciara sus servicios a través de internet.
En total, el sujeto era acusado de 221 delitos sexuales infantiles relacionados con más de una docena de niños. La Corte de Magistrados de la ciudad de Perth se encargó de presidir el juicio. Según reseñó el diario The West Australian, Harries-Markham acudió a la sesión vía videollamada y se declaró culpable de 141 de los delitos, los cuales incluyen haber violado a un bebé y abusar sexualmente de varios menores.
Tras concluir la sesión, los cargos restantes fueron retirados y, ahora, el procesado enfrentará una audiencia de sentencia en la Corte Suprema, programada para el mes de septiembre.
De acuerdo con las declaraciones de Harries-Markham ante el tribunal, el joven usaba dos sitios web para ofertar sus servicios como niñero. Luego de ganarse la confianza de los padres, trabajó en la ciudad de Perth y el noroeste del estado, donde cometió los crímenes en cuestión.
En uno de los sitios web, afirmaba tener más de cuatro años de experiencia, una tarjeta ‘Working With Children’, controles policiales y un certificado de primeros auxilios. “Soy un tipo bastante tranquilo que está abierto a cuidar a cualquier edad en cualquier momento. Abierto a manejar las cosas de cualquier manera que la familia quiera”, decía en el anuncio.
En otro anuncio, detallaba que su tarifa iba entre los 20 y 25 dólares australianos por hora. Además, destacaba que tenía más de cinco años de experiencia cuidando menores.
Jareth Thomas Harries-Markham fue arrestado después de que la policía allanó su casa de Bennett Springs (norte de Perth), el 22 de agosto de 2021, y encontró material de explotación infantil.
Según detalla el diario británico Daily Mail, los detectives de abuso infantil incautaron “varios blásteres de gel y armas con filo que encontraron en las instalaciones”. Inicialmente, el sujeto fue acusado de 14 delitos sexuales infantiles, incluida la agresión sexual de un niño menor de 12 meses y la producción de material de abuso infantil, así como la posesión de armas prohibidas.
Conforme avanzó la investigación, se sumaron nuevos cargos luego de que los detectives descubrieran más pistas alrededor de su caso.
Por abuso sexual a menores, condenaron a 15 años de prisión a un exsacerdote en Chile
El sábado 18 de junio, la Justicia de Chile condenó a 15 años de prisión al exsacerdote Óscar Muñoz por la comisión de los delitos “reiterados” de abusos sexuales y violación de menores entre 2002 y 2018.
El “7° Tribunal Oral de lo Penal de Santiago condena a 15 años y 1 día de presidio efectivo al sacerdote y excanciller del Arzobispado Oscar Muñoz Toledo, como autor de los delitos reiterados de violación y abuso sexual de menores de edad”, señaló el Poder Judicial a través de sus redes sociales.
Muñoz es un reconocido exsacerdote de 60 años que ocupó cargos de responsabilidad en el Arzobispado de Santiago hasta 2018 y fue mano derecha del cardenal de la capital, Ricardo Ezzati, acusado de encubrimiento de numerosos casos de abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia católica chilena.
El condenado llevaba desde 2018 en prisión preventiva a la espera de una sentencia firme, y aunque la Fiscalía pedía para él 30 años de condena, la decisión del juez redujo ese número a la mitad para Muñoz, quien es uno de los sacerdotes que el papa Francisco desvinculó de la iglesia católica desde 2019, en Chile, luego de que se conocieran las acusaciones en su contra de abusos sexuales, violación y estupro.
Con respecto a las víctimas, se estima que al menos cinco menores habrían sido abusados por Muñoz, mientras que otros dos se encuentran en evaluación. Los delitos se habrían registrado en las ciudades chilenas de Santiago y Rancagua.
La Iglesia católica chilena ha estado envuelta en denuncias de abusos desde que en 2010 el influyente sacerdote Fernando Karadima fue denunciado y, un año después, condenado por el Vaticano como culpable de abusos sexuales contra menores, desde ese entonces, decenas de personas han comenzado a revelar presuntos abusos por parte de religiosos.