Estados Unidos anunció el martes la flexibilización de algunas sanciones contra Venezuela en materia de petróleo, para promover el reinicio del diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición respaldada por Washington, que ambas partes ya mostraron intención de retomar.
La administración del presidente Joe Biden dijo que el alivio de sanciones contempla principalmente una licencia limitada otorgada a la petrolera estadounidense Chevron para tener más flexibilidad en el contexto del embargo al crudo venezolano, el cual Washington aplica a Caracas desde 2019 con la esperanza de forzar la salida de Maduro, cuya reelección no fue reconocida por ese país por considerarla resultado de un proceso fraudulento.
Para el profesor titular de la Escuela Superior de Guerra, Vicente Torrijos, los Estados Unidos toma esta decisión por el problema energético que pueden sufrir por la ausencia del petróleo ruso. Por la parte de Colombia, asegura que no se debe oponer a esta decisión del gobierno Biden, y el país no se vería afectado a menos que desde Norteamérica se aumente el apoyo hacia Venezuela y se vuelva una constante.
También asegura que, con la rebaja de las sanciones de los Estados Unidos para Venezuela, lo que buscan es una solución de suministros petroleros y el país vecino puede ser un actor clave en la materia, siendo para el gobierno estadounidense un esfuerzo importante por restablecer la estabilidad de su economía.
De igual manera, la afectación entre las relaciones con Estados Unidos es mínima en materia de seguridad, ya que, si bien existe cierta mejoría, la unión con Colombia es mucho más fuerte. “Al mismo tiempo que en Colombia da el anuncio de que esto iba a ocurrir, el mismo gobierno Biden anunciaba el nuevo estatus de Colombia como aliado estratégico no miembro de la OTAN. La relación está más floreciente que nunca y la estabilidad estratégica se mantiene intacta”, dice el experto.
Torrijos también afirma que no fue un error mantener distantes las relaciones diplomáticas con Venezuela, ya que no es posible mantener diálogos permanentes con un gobierno que resguarda a grupos armados ilegales en su territorio bajo su patrocinio, refiriéndose al ELN y a las disidencias de las FARC.
“Venezuela, lejos de modificar su conducta, sigue empeñada en favorecer, auxiliar, promover, representar y apoyar a las organizaciones terroristas, la refuerza cada vez más. Está claro que la única alternativa es la de mantener la distancia, preservar su seguridad y enfrentar la amenaza con la mayor integridad y voluntad posibles”, dice el analista político.
En contraste, para Colombia, esta decisión de los Estados Unidos puede mostrar que fue un error mantener totalmente cerradas las relaciones diplomáticas con el vecino país, como dijo Ricardo Abello, profesor de derecho internacional de la Universidad del Rosario y experto internacionalista.
“Uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con la situación política, pero hay una realidad y es la cantidad de colombianos que están en Venezuela, la cantidad de intereses que hay allá y en ese sentido creo que la posición de Colombia fue demasiado radical”.
Aun así, a pesar de la decisión histórica, Abello reitera que Estados Unidos actúa de acuerdo con sus intereses y la decisión de rebajar las sanciones hacia el régimen venezolano se da para lograr que el país norteamericano tenga la posibilidad de tener petróleo en una zona mucho más cercana, esto después de que el crudo proveniente de Rusia se vetara del país por la guerra en Ucrania.
Asimismo, el experto plantea que, si bien Colombia puede condenar a los estados y regímenes autoritarios que hay en América Latina, el romper relaciones diplomáticas no ayuda a ningún colombiano que viva en estos países, como ocurre en Venezuela, Cuba y Nicaragua. Pero al existir una frontera terrestre entre ambos países, la situación es peor para los habitantes.
Colombia con la nueva situación entre Estados Unidos y Venezuela queda en el limbo, ya que, ante un inminente cambio de gobierno en el país, el nuevo gobierno deberá manejar las interacciones con el régimen venezolano. “El Estado debe tratar de colaborarle a los colombianos que están allá, que tienen sus inversiones allá y para tratar que mejoren las cosas en Venezuela”, dice el experto.
Se podría decir, según la opinión de Abello, que las políticas del gobierno colombiano han ido en contravía de lo que está haciendo los Estados Unidos, que si bien ha sido el gran aliado de Colombia en su cruzada diplomática contra el régimen de Nicolás Maduro, cada vez más son más proclives a tender puentes con Venezuela.
Los alcances de la decisión
La exención autoriza a Chevron a negociar los términos de las posibles actividades futuras en Venezuela, pero no permite cerrar ningún nuevo acuerdo con la petrolera estatal venezolana, PDVSA. Desde el gobierno estadounidense se dijo que las sanciones se aflojaron “a pedido del gobierno interino” de Venezuela, encabezado por Juan Guaidó, a quien Estados Unidos reconoce como presidente encargado desde 2019, cuando Maduro asumió su segundo mandato.
“Es una apuesta riesgosa si no genera frutos concretos, por ejemplo, logrando sentar a negociar—con miras a compromisos claros— a la oposición y al régimen de Maduro, ya que de cara a las elecciones parciales de Congreso que tendrá Estados Unidos en diciembre, el fracaso de su política internacional podría llevar a que los Republicanos pasen a controlar las dos cámaras y bloquear su agenda legislativa”, dijo el exmagistrado auxiliar de la Corte Constitucional y profesor de la Universidad de la Sabana, Carlos Arévalo.
A pesar de que se dice que la flexibilización de sanciones solo es para los negocios con Chevron, podría ser distinto. ”El Gobierno de Maduro alega que es mucho más amplio y beneficioso para ellos, y la oposición, que incluso incorpora medidas a favor de familiares corruptos de Nicolás Maduro sancionados por ello. Es necesario que se expliquen las medidas y sus consecuencias concretas”, dice Arévalo.
El chavismo y la oposición de Venezuela se reunieron este martes con foco en el “rescate del espíritu” del proceso de negociaciones que adelantaron en México, el cual fue suspendido en octubre, tras el anuncio de Washington de flexibilizar sanciones contra el gobierno, retomando la esperanza de llegar a un acuerdo entre partes.
Los jefes de ambas delegaciones, Jorge Rodríguez, representante del presidente Nicolás Maduro, y el opositor Gerardo Blyde escribieron en sus cuentas de Twitter el mismo mensaje: “En reunión de trabajo para planes a futuro. En el rescate del espíritu de México”, acompañado por una foto en la que estrechan manos.
Con información de AFP.