Uno de los pocos presidentes del mundo que aún no han felicitado a Joe Biden por su aparente victoria en las elecciones de Estados Unidos es Vladimir Putin. Por eso, un canal de televisión de su país le preguntó al mandatario ruso, quien hace cuatro años fue acusado de promover la victoria de Donald Trump usando un grupo de hackers y de bots digitales, por qué no había reconocido al nuevo presidente como si lo han hecho muchos otros presidentes, reyes y primeros ministros.
“Le quiero asegurar que aquí no hay ninguna motivación, no se trata de que uno nos guste y el otro no nos guste. Simplemente estamos esperando a que termine el enfrentamiento político”, respondió Putin, quien aseguró que se trata de una cuestión puramente “formal” y que no reconocerá a Biden hasta que no sea declarado ganador de forma “legítima y legal”.
Putin también evitó llamar a Biden presidente electo y dijo que “respetamos a todo el mundo, al actual presidente Trump y al candidato al cargo, el señor Biden. Por eso, para nosotros no hay ningún problema, trabajaremos con cualquier persona que reciba la confianza del pueblo americano”.
Para él, la única forma de establecer que alguno de los dos candidatos ganó de forma legal las elecciones es cuando “una de las partes reconozca la victoria de la otra, o mediante el anuncio de los resultados finales de las elecciones de una manera legítima y legal”.
Hasta ahora, el equipo jurídico del presidente Trump ha puesto varias demandas a las elecciones en varios estados en los que ganó Biden según las proyecciones de los medios, ya que considera que se presentó un gran fraude en su contra. Los expertos, sin embargo, consideran que no hay ninguna prueba seria de esta denuncia y creen que no hay nada que hacer al respecto para el actual mandatario.
Cuando le preguntaron a Putin si su silencio podía perjudicar las relaciones bilaterales entre los dos países en caso de que Biden sea confirmado como el ganador, respondió que no: “unas relaciones estropeadas no las puedes estropear más, ya están estropeadas”, explicó. Además, dijo que respetaba a los mandatarios que ya habían felicitado a un ganador: “todos son gente con experiencia y que saben lo que hacen”.
Putin también aprovechó la entrevista para criticar el sistema electoral de los Estados Unidos, que no funciona a través de votación directa, sino con un sistema de delegados electorales, que son elegidos en cada estado y luego dan sus votos dependiente de quien haya ganado en cada estado. Eso puede llevar a que el candidato que obtenga el mayo número de votos pierda ante otro que obtiene más delegados. “¿Acaso eso es democrático? Ese sistema presenta algunos problemas. Me parece absolutamente evidente a mí y a todo el mundo”, dijo.
Sin embargo, el presidente ruso también dijo que ese era un problema de los norteamericanos en el que nadie más podía intervenir. “No es asunto nuestro si tienen que cambiar algo o no. Es una cuestión para el pueblo estadounidense. A ellos les corresponde evaluar la legitimidad de las elecciones”, explicó. Y luego volvió a hacer énfasis en la importancia de esa legitimidad: “esta es extremadamente importante, porque la confianza de la gente de tal o cual país en sus líderes políticos depende de ello”.