Israel aseguró este viernes, 17 de mayo, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que las acusaciones de Sudáfrica, que afirma que la operación militar israelí en Rafah ha intensificado su supuesta campaña de “genocidio” en la Franja de Gaza, están “desconectadas” de la realidad.
“Por cuarta vez, Sudáfrica presenta al tribunal una imagen que está totalmente desconectada de los hechos y las circunstancias”, declaró ante la CIJ en La Haya el abogado Gilad Noam, que representa al Estado de Israel.
“Está en marcha una guerra trágica, pero no hay genocidio”, aseguró.
Sudáfrica recurrió al máximo tribunal de la ONU para que ordene detener el asalto contra la localidad gazatí de Rafah, considerada por Israel como el bastión de los últimos batallones del movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna ese territorio desde 2007.
Israel ha subrayado previamente su “inquebrantable” compromiso con el derecho internacional y ha asegurado que las acusaciones sudafricanas son “completamente infundadas” y “moralmente repugnantes”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó la ofensiva de Rafah a pesar de la oposición de Estados Unidos, su principal aliado, que teme las consecuencias para más de un millón de desplazados palestinos refugiados en esa ciudad fronteriza del sur de la Franja.
Netanyahu defendió el miércoles la necesidad de acometer esta operación y afirmó que medio millón de civiles ya huyeron de Rafah, lo que evitaría una “catástrofe humanitaria”.
Su ministro de Defensa, Yoav Gallant, aseguró el jueves que “entrarán más tropas” a Rafah y que “la actividad [militar] se va a intensificar”.
En paralelo, en el tribunal con sede en la ciudad neerlandesa de La Haya, los jueces escucharon el jueves la larga lista de acusaciones de Sudáfrica contra Israel, desde fosas comunes y torturas a la retención debilerada de ayuda humanitaria.
“Sudáfrica esperaba, la última vez que compareció ante este tribunal, que se frenara este proceso genocida para preservar a Palestina y a su pueblo”, declaró Vusimuzi Madonsela, embajador sudafricano en Países Bajos.
“En lugar de ello, el genocidio de Israel ha continuado y alcanzó una nueva y horrenda fase”, añadió Madonsela.
“Protección ante el genocidio”
En enero, también en un caso presentado por Sudáfrica, la CIJ ordenó a Israel hacer todo lo posible para evitar actos de genocidio y permitir el acceso de ayuda humanitaria a Gaza.
Pero entonces no reclamó un alto el fuego, como exigía Sudáfrica, que entiende que la situación en el terreno y la operación contra Rafah requiere que la CIJ vaya ahora más allá.
La campaña contra Rafah es “el último paso en la destrucción de Gaza y de su pueblo palestino”, argumentó Vaughan Lowe, otro abogado de la delegación sudafricana.
“Fue Rafah la que trajo a Sudáfrica al tribunal. Pero son todos los palestinos, como grupo nacional, étnico y racial, los que necesitan la protección ante el genocidio que el tribunal puede ordenar”, agregó.
Las decisiones de la CIJ son legalmente vinculantes, pero no dispone de medios para aplicarlas. Por ejemplo, la jurisdicción exigió en vano a Rusia detener su invasión de Ucrania.
Sudáfrica reclama al tribunal que emita tres órdenes de emergencia mientras sus jueces analizan en profundidad la acusación de que Israel estaría vulnerando la Convención de la ONU sobre el Genocidio de 1948.
Las medidas que pide a Israel son detener “inmediatamente” todas las operaciones militares en Gaza, permitir el acceso de ayuda humanitaria e informar al tribunal de sus progresos en el cumplimiento de estas órdenes.
*Con información de AFP