No existen pruebas de que las personas que dan positivo en los tests de diagnóstico estén inmunizadas frente al nuevo coronavirus, advirtió el sábado la Organización Mundial de la Salud (OMS), al considerar que los llamados "pasaportes de inmunidad" pueden favorecer la propagación de la pandemia.

"No hay ninguna prueba en este momento de que las personas que se curaron de la covid-19 y que tienen anticuerpos estén inmunizadas frente a una segunda infección", dijo la OMS en un comunicado. Para Matthias Orth, miembro del directorio de la Federación Alemana de Médicos Biólogos (BDL), otro gran problema es la calidad de los resultados: los "falsos negativos", por ejemplo, son posibles. "Existen también coronavirus bastante banales y que no causan enfermedad grave y pueden falsear el resultado", explicó. En todo caso, las pruebas de serología rápidas que prometen un resultado en 15 minutos con algunas gotas de sangre tomadas del dedo en casa son "un absurdo", afirmó Orth. En las próximas semanas, estarán lista mejores pruebas. "Todavía no estamos en ese momento", insistió. ¿En qué consiste el "pasaporte de inmunidad"? La idea es comprobar que alguien ya se curó del SARS-Cov-2 y es supuestamente inmune al virus para otorgarle un carné, pasaporte o certificado que lo constate. Con ese documento, la persona podría retomar sus labores normales, reincorporarse al trabajo o no cumplir algunas restricciones, algo que viene siendo evaluado por varios países como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, España o Chile. Sin embargo, con la nueva aclaración de la OMS, dicho pasaporte podría quedar en veremos y la inmunidad sería incierta. El balance de afectados El mundo roza este sábado los 200.000 muertos por el nuevo coronavirus, mientras la ONU aumenta esfuerzos internacionales para hallar una vacuna accesible a todos, única manera de poner freno a esta pandemia, que hunde además las economías. Vencer a la actual pandemia, que obliga a la mitad de la población al confinamiento y expone al planeta a una recesión sin precedentes, supondrá el "esfuerzo de salud pública más masivo de la historia", afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Las vacunas deben ser seguras, accesibles y disponibles para todos, subrayó Guterres en una reunión virtual en la que participaron los líderes de Francia y Alemania, pero no de China, cuna de la pandemia que surgió a fines de 2019, ni de Estados Unidos, que acusa a la OMS de no advertir suficientemente temprano de la crisis. Mientras en Europa la curva de contagios parece que entra en una fase descendente y en América Latina en una ascendente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una "colaboración histórica" para acelerar la producción de vacunas y tratamientos contra la covid-19, explicó su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus. La carrera por encontrar el producto adecuado ya empezó en los laboratorios, con una media docena de ensayos clínicos, especialmente en Reino Unido y Alemania. Sin embargo, una catástrofe oculta a otra: cerca de 400.000 personas más podrían morir este año de paludismo por los problemas de distribución de mosquiteras y de medicamentos que está ocasionando el coronavirus, alertó la OMS. En Zimbabue, el número de casos de paludismo aumentó casi un 50 % respecto al año pasado. - Segunda ola - La iniciativa de la ONU se anunció un día después de la consternación que suscitó el presidente estadounidense Donald Trump, al sugerir que la covid-19 se podría tratar con desinfectante industrial. Ante el revuelo que causó, expertos y fabricantes se apresuraron a advertir contra ese experimento. El mandatario aseguró después que hablaba "sarcásticamente". Estados Unidos, que registró el primer muerto relacionado con el coronavirus a principios de febrero, es el país más afectado con 905.333 casos confirmados y 51.949 decesos. Las muertes por la covid-19 en el mundo superan ya las 197.000, según un balance de AFP del sábado. Y la OMS no deja de insistir en que no es momento de bajar la guardia y que una segunda oleada pandémica puede llegar en cualquier momento. Alemania, uno de los primeros países de Europa en iniciar el desconfinamiento, se prepara ya con la construcción por parte del Ejército de un hospital de mil camas adicionales en Berlín. La pandemia continúa devastando las economías y obligando a las autoridades a tratar de elaborar planes para incentivar la recuperación rápidamente.  El desplome del petróleo, debido a la falta de demanda que provoca la ralentización económica por las medidas de confinamiento, empujó el barril venezolano a 9,9 dólares, su nivel más bajo en dos décadas. Más de 26 millones de estadounidenses se quedaron sin empleo desde mediados de marzo y, según las previsiones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), el PIB de la primera economía mundial se contraerá un 12 % en el segundo trimestre del año.  Trump firmó el viernes un nuevo plan de ayuda para las pequeñas y medianas empresas y hospitales, por un monto de 483.000 millones de dólares. En Europa, los 27 estados no logran ponerse de acuerdo sobre un vasto plan para impulsar la economía. Y en el sector del turismo, donde hasta 75 millones de empleos están amenazados, los países del G20 se comprometieron el viernes a "apoyar el impulso económico". *Con información de la AFP y la AP.