En una lucha contra el tiempo, continúan este jueves 22 de junio los esfuerzos para encontrar el sumergible con cinco personas a bordo que visitaba los restos del Titanic.
La Guardia Costera estadounidense reveló que el suministro de oxígeno se agotaría a las 6:08 a. m., tras el fin de las 96 horas de soporte vital que tiene el sumergible, sin embargo, la esperanza continúa para hallar la nave y rescatar a sus ocupantes.
La nave, de 6,5 metros de largo, comenzó su inmersión el pasado domingo, pero perdió contacto con la superficie menos de dos horas después, según las autoridades. Según señala CNN, el sumergible, a diferencia de un submarino, tiene reservas de energía limitadas y necesita un barco de apoyo en la superficie. Titán, como es llamado, suele pasar bajo el agua 10 y 11 horas durante cada viaje al naufragio del Titanic, mientras que los submarinos pueden permanecer bajo el agua durante meses.
El sumergible pesa 10.433 kg y está hecho de fibra de carbono y titanio, de acuerdo con su operador, OceanGate Expeditions.
David Pogue, periodista de la cadena estaoudindense CBS, quien viajó en la nave el año pasado, señaló que los espacios en su interior son muy reducidos. Solo hay un baño y no hay asientos. Sus cinco pasajeros, el número máximo, debe sentarse con las piernas cruzadas en el suelo. No hay ventanas, excepto el orificio por el cual sus pasajeros ven los restos del Titanic.
Rush, el CEO de OceanGate, le dijo a Pogue durante una entrevista de 2022 que es “costumbre” que los miembros de la tripulación se quiten los zapatos dentro del barco.
CNN señala que la comunicación de Titán con el barco de apoyo es mediante mensajes de texto cada 15 minutos. La última comunicación entre el sumergible y la embarcación Polar Prince se produjo a las 11:47 a. m. del domingo.
“Todas esas cosas a las que estamos acostumbrados ahora (GPS, Wi-Fi, enlaces de radio) no funcionan bajo el océano”, dijo a la cadena estadounidense J. Van Gurley, exoficial de submarinos.
Aaron Newman, un empresario que hizo el mismo viaje 2021, señaló también que todo es muy estrecho dentro de la nave. Añadió que los espacios son calientes “cerca de la superficie del agua y casi congelados en las zonas más lejanas”.
“Hay un calentador, por lo que puede calentarse un poco, pero obviamente eso no va a durar para siempre”, agregó.
¿Quién está a bordo?
Uno de los pasajeros fue identificado como el empresario británico Hamish Harding, cuya empresa de aviación había publicado en redes sociales sobre su expedición al área. Harding, aviador de 58 años, turista espacial y presidente de la asociación Action Aviation, publicó el domingo en su Instagram que estaba orgulloso de unirse a la misión Titanic de OceanGate.
El empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood también están en la embarcación. Shahzada Dawood es vicepresidente del conglomerado Engro, con sede en Karachi, que tiene inversiones en energía, agricultura, petroquímica y telecomunicaciones.
¿Dónde desapareció la nave?
Los rescatistas han estado buscando en un área remota del Atlántico Norte donde yacen los restos del Titanic -hundido en 1912- a 650 kilómetros de la costa de Terranova, Canadá, y unos 4.000 metros de profundidad en el océano.
¿Por qué visitar el Titanic?
El transatlántico de 46.000 toneladas -considerado entonces el mayor barco de pasajeros del mundo- chocó contra un iceberg y se hundió en su viaje inaugural desde Inglaterra hasta Nueva York en abril de 1912 con 2.224 pasajeros y tripulantes a bordo.
Murieron más de 1.500 personas, algunas de las cuales eran magnates y aristócratas.
El desastre se popularizó como un ejemplo de arrogancia, ya que el barco había sido promocionado como un milagro de la era industrial e imposible de hundir.
Algunos también vieron en el accidente un episodio de discriminación, ya que la gran mayoría de los pasajeros que fallecieron iban en segunda o tercera clase.
El naufragio fue localizado en 1985 por una expedición conjunta de Estados Unidos y Francia, lo que profundizó la fascinación por esta catástrofe, alimentó varias películas -el último gran éxito es de 1997 con las estrellas Kate Winslet y Leonardo DiCaprio- y generó además un turismo submarino lucrativo, pero al mismo tiempo de alto riesgo.
*Con información de AFP.