La ofensiva de Rusia contra Ucrania no se detiene a casi dos meses de haber comenzado este conflicto bélico. Al día siguiente del naufragio de su buque insignia en el mar Negro, Rusia prometió el viernes intensificar sus bombardeos contra la ciudad de Kiev, y el primero de ellos fue contra una fábrica de misiles Neptune, con los que los ucranianos aseguran haber hundido el Moskva.
Un funcionario del Departamento de Defensa estadounidense afirmó que el crucero ruso, de 186 metros de eslora, fue alcanzado por dos misiles ucranianos y lo calificó de “gran golpe” para Rusia, según reseñó la agencia de noticias AFP.
Rusia había dicho hasta ahora que el “Moskva” quedó dañado el miércoles por un incendio tras la explosión de sus propias municiones y que la tripulación - unos 500 hombres según las fuentes disponibles- había sido evacuada.
Unas afirmaciones que desmintió una oficial militar ucraniana. “Observamos cómo los barcos intentaban ayudar, pero incluso las fuerzas de la naturaleza estaban del lado de Ucrania”, ya que “una tormenta impidió el rescate del barco y la evacuación de la tripulación”, dijo Natalia Gumeniuk, portavoz del mando militar del sur de Ucrania.
Miedo a un ataque nuclear
En ese contexto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consideró que “el mundo entero” debería estar “preocupado” por el riesgo de que su par ruso, Vladimir Putin, acorralado por sus reveses militares en Ucrania, utilice un arma nuclear.
Zelenski se hizo eco de las declaraciones la víspera del director de la CIA, William Burns. “(...) Ninguno de nosotros puede tomarse a la ligera la amenaza nuclear del uso potencial de armas nucleares tácticas o armas nucleares de baja potencia”, dijo en un discurso en Atlanta.
Este viernes, Rusia realizó una advertencia directa: “El número y la magnitud de los ataques con misiles en lugares de Kiev aumentarán en respuesta a todos los ataques de tipo terrorista y a los sabotajes perpetrados en territorio ruso por el régimen nacionalista de Kiev”, dijo su Ministerio de Defensa.
La madrugada del viernes, una fábrica de misiles en las afueras de Kiev fue alcanzada por un bombardeo ruso, comprobaron periodistas de la AFP.
La empresa Vizar fabrica misiles antibuque Neptune con los que los ucranianos dicen haber golpeado el barco ruso, indicó en su web UkrOboronProm, el organismo estatal que supervisa las usinas de armamento ucraniano.
La planta y el edificio administrativo adyacente, situados a unos 30 km al suroeste de Kiev, registraron daños importantes, constató la AFP. Los rusos llevaron a cabo tres ataques el viernes en la región de Kiev, señaló su gobernador, Alexander Pavliuk, sin especificar si esto incluía el de la empresa Vizar.
Rusia también asegura que Ucrania bombardeó pueblos rusos en la frontera, unas acusaciones rechazadas por Ucrania. Según los ucranianos, son los servicios secretos rusos los que ponen en práctica “ataques terroristas” en esa región.
Del lado ucraniano, la Fiscalía informó el viernes que siete civiles murieron y 27 resultaron heridos en disparos rusos contra autocares de evacuación en la región de Járkov, en el noreste, cerca de la frontera.
Además, al menos diez personas murieron, entre ellos un bebé de siete meses, y 35 resultaron heridas en bombardeos rusos contra una zona residencial de Járkov, anunció este viernes el gobernador regional, Oleg Sinegubov.
En Bucha, una localidad cerca de Kiev que se convirtió en el símbolo de las atrocidades atribuidas a las fuerzas rusas, 95% de las personas halladas muertas fueron abatidas, declaró el jefe de la policía de la región de Kiev, Andrii Nebitov.
“Durante la ocupación (rusa) se disparaba a la gente por las calles (...) Es imposible esconder este tipo de crímenes en el siglo XXI. No solo hay testigos, sino que también fue grabado en video”, dijo.
El alcalde de Bucha, Anatoli Fedoruk, aseguró que se habían encontrado más de 400 cuerpos tras la salida de las tropas rusas.
*Con información de AFP
Por ser una noticia de interés mundial, todo el contenido sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania será de libre acceso para nuestros lectores en todas las plataformas digitales de SEMANA.