El expresidente de Ecuador Rafael Correa se refirió sobre la situación política que está atravesando su país luego que el mandatario Guillermo Lasso haya tomado la decisión de disolver la Asamblea Nacional y solicitar la convocatoria a nuevas elecciones.
Ecuador está viviendo horas de tensión por una crisis política. A través de una alocución presidencial, Lasso activó la medida de ‘muerte cruzada’, la cual le permite disolver la Asamblea Nacional, convocar a elecciones y gobernar por decreto durante seis meses. La razón sustancial para tomar esta decisión es el juicio político que él estaba enfrentando en el Congreso.
El mandatario fue señalado por casos de peculado por la presunta malversación de dinero público en el manejo de la naviera estatal Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec) en 2021. La acusación señala que, antes de su posesión, él habría continuado con un contrato firmado con el grupo Amazonas Tanker para transportar combustible y que habría dejado pérdidas de seis millones de dólares. Según la oposición, Lasso era consciente que la continuidad de este documento sería peligroso para el Estado.
“No hay pruebas ni testimonios relevantes. Más bien lo único que hay son informaciones que comprueban mi total, evidente e incuestionable inocencia”, dijo el mandatario al defenderse en la sesión del Congreso, el cual contó con la asistencia de 109 de los 137 miembros que completan la Asamblea. Para lograr su destitución del cargo, se necesitan 92 votos por parte de los asambleístas.
La defensa del presidente señaló que los contratos en cuestión fueron firmados bajo la administración del exmandatario Lenín Moreno. Sumado a ello, señaló que cuando Lasso toma el poder, se solicitó la revisión de la situación por parte del Tribunal de Cuentas para esclarecer el caso.
En su intervención, el presidente acusó a los legisladores opositores de acusarlo sin pruebas contundentes. Después de su defensa, los congresistas tenían la posibilidad de replicar lo dicho por Lasso.
“La democracia, la presidencia de la República como institución, mi Gobierno y yo estamos bajo ataque de una oposición que no quiere reconocer los logros de mi Gobierno en apenas 22 meses de gestión. Quieren verme fuera porque soy incómodo para muchos de ellos, no para todos”, declaró frente a los legisladores el presidente Lasso.
Al interior del hemiciclo la opinión estuvo divida. Por un lado, hubo legisladores que apoyaron al mandatario y otros demostraron su inconformismo, principalmente los de la corriente del correismo.
Correa se pronunció sobre este hecho. El exjefe de Estado indicó que lo que está haciendo Lasso es ilegal, debido a que no existe ninguna conmoción interna como lo asegura el presidente; sino que él no “pudo comprar suficientes asambleístas para salvarse”.
Sin embargo, y viendo la coyuntura desde una perspectiva positiva, Correa afirmó que lo que está pasando es una gran oportunidad para que Lasso no continúe en el poder. “Para librarnos, sus asambleístas de alquiler y recuperar la Patria”, señaló el expresidente. Posteriormente, publicó una fotografía de la situación que ocurre en la Asamblea, la cual estaría militarizada en su interior. Según Correa, esto demuestra que en realidad el Gobierno de su homólogo nunca creyó en la democracia.
Durante la administración de Lasso, el expresidente ha sido uno de sus principales opositores. Si bien su domicilio no está en Ecuador, desde la distancia se ha manifestado contra su gestión. Cuando inició el proceso legal en su contra, Correa se despachó. “¡Chau Guillermo! Un tipo tan ruin y básico como tú jamás debió ser presidente. Ahora irás, con sobra de merecimientos y junto a tu compinche Lenín Moreno, al tacho de la basura de la historia”, declaró el expresidente de Ecuador.