Yarden Roman-Gat nunca estuvo en los túneles de Gaza tras ser secuestrada por Hamás el 7 de octubre, sino que permaneció cautiva en una casa donde la vigilaban como a un “trofeo”, contó la ex rehén a la cadena estadounidense CBS.
“Me vigilaban todo el tiempo”, declaró en el programa “60 minutos”, emitido el domingo, en una de las escasas entrevistas concedidas por los cerca de 110 rehenes liberados desde el comienzo del conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino. Esta israelí se encontraba en el kibutz Beeri con su marido y su hija la mañana del 7 de octubre, cuando Hamás lanzó el ataque.
Su marido Alon consiguió escapar con su hija de 3 años y esconderse en una zanja durante horas, pero a ella los atacantes la secuestraron y la llevaron a Gaza “semidesnuda”, arrastrándola, en cuanto se dieron cuenta de que fingía estar muerta, declaró a CBS. Una vez en el territorio palestino, una muchedumbre celebró su llegada, añadió. “Mis secuestradores no pudieron evitar mostrarme como a un trofeo”, contó.
No había túneles. Yarden Roman-Gat estuvo en una casa bajo vigilancia noche y día. “No querían protegerme. Querían proteger su trofeo”, declaró la fisioterapeuta de 36 años al canal estadounidense. “Pero creo que conseguí que me hicieron un poco de caso” y “eso me ayudó a sobrevivir”. No entró en detalles. Aclaró no obstante que pudo escuchar la radio y gracias a eso se enteró de que su hija y su marido se habían salvado.
Durante una semana de tregua que finalizó el 1º de diciembre, 105 rehenes fueron liberados, 80 de ellos a cambio de palestinos detenidos en cárceles israelíes. Yarden Roman-Gat fue liberada el sexto día, pero su cuñada sigue cautiva. Unas 250 personas fueron secuestradas en un ataque sin precedentes lanzado por Hamás en territorio israelí el 7 de octubre que causó unos 1.140 muertos, la mayoría civiles, según las autoridades.
Hasta la fecha, 129 rehenes siguen retenidos en Gaza y 11 cadáveres han sido repatriados. En represalia por el ataque de octubre, Israel prometió “destruir” a Hamás, que controla Gaza. Al menos 18.800 personas, la mayoría civiles, han muerto en bombardeos y la operación terrestre, según las autoridades de Hamás.
Acusan a Israel, mientras continúa con los bombardeos
Nuevos bombardeos israelíes dejaron decenas de muertos en la Franja de Gaza, informó Hamás el lunes, e Israel fue acusado por una oenegé de hacer pasar hambre deliberadamente a la población del asediado territorio palestino.
Pese a la indignación internacional por el elevado número de víctimas civiles, el ejército israelí continúa bombardeando el territorio palestino, al borde de una catástrofe humanitaria, como respuesta al ataque sin precedentes de Hamás contra Israel el 7 de octubre.
La oenegé Human Rights Watch (HRW) acusó al gobierno israelí de utilizar “la inanición de civiles como método de guerra en la Franja de Gaza ocupada, lo que constituye un crimen de guerra”. Israel reaccionó calificando al grupo de “organización antisemita y antiisraelí”.
“Las fuerzas israelíes bloquean deliberadamente el suministro de agua, alimentos y combustible, al tiempo que impiden intencionadamente la ayuda humanitaria, arrasando aparentemente zonas agrícolas y privando a la población civil de objetos indispensables para su supervivencia”, añadió HRW.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas votará el lunes una nueva resolución que pide un “cese urgente y duradero de las hostilidades” en Gaza, diez días después del veto de Estados Unidos, que estos últimos días dio muestras de impaciencia ante el alto número de pérdidas civiles. El Ministerio de Salud de Hamás, que gobierna el territorio palestino, afirma que más de 19.453 personas, en su mayoría mujeres y menores, han muerto por la ofensiva de Israel.
Con información de AFP.