La muerte del papa Benedicto XVI paralizó al mundo católico a finales del año pasado y generó todo tipo de comentarios frente a las reacciones de su sucesor, el papa Francisco.
Precisamente, circularon especulaciones sobre la relación que habían tenido ambos papas e incluso llegó a decirse que Francisco le dio una despedida fría al pontífice alemán. Pues bien, el papa rompió su silencio este 5 de febrero y arremetió contra sus contradictores en el interior de la Iglesia católica, a quienes señaló de intentar usar la muerte de Benedicto XVI para atacarlo.
En declaraciones a bordo del avión que lo condujo a Roma desde Sudán del Sur, el papa sostuvo que la muerte de Benedicto “ha sido instrumentalizada por gente que quiere llevar el agua a su molino”. Y se quejó de la politización de ese hecho. “La gente que instrumentaliza a una persona así de buena, a un santo padre de Dios... Esa gente no tiene ética: es gente de partido, no de Iglesia”, agregó el papa Francisco.
“Dejo de lado esas cosas, porque no prosperarán, caen por su propio peso, como en el resto de la historia de la Iglesia”, añadió el papa al hablar por primera vez de los enfrentamientos internos y las críticas de los sectores más conservadores tras la muerte, a los 95 años, del papa emérito.
El fiel colaborador por décadas de Benedicto XVI, el obispo alemán Georg Gänswein ha sido uno de los que no han ahorrado ataques al papa Francisco, inclusive durante la semana en que el papa emérito estaba siendo velado en la basílica de San Pedro.
El obispo sostuvo que la decisión de Francisco de prohibir la celebración de la misa en latín, rehabilitada en 2007 por Benedicto XVI, “le había partido el corazón”, y llegó a lanzar en enero un libro con críticas al papa argentino.
“Eso de que estaba disgustado son cuentos chinos”, comentó sin titubear el pontífice latinoamericano en la tradicional rueda de prensa.
Francisco describió también su relación con el papa emérito, quien residía en un convento dentro del Vaticano, y aseguró que contó siempre con su apoyo. “Él siempre estuvo a mi lado, apoyándome. Si tenía alguna dificultad me la decía y no había problemas”, contó.
Se reveló la causa de la renuncia de Benedicto XVI
Recientemente, otro hecho que tenía que ver con el papa Benedicto XVI sacudió a la opinión pública de Europa y el resto del mundo.
El semanario alemán Focus publicó una carta que le envió el pontífice alemán a su biógrafo, el periodista Peter Seewald. En la misiva, Benedicto XVI le advirtió que desde que empezó su papado había sufrido un trastorno de insomnio particularmente intenso.
La enfermedad se agudizó tanto durante su estancia en el Vaticano, que lo obligó a renunciar en febrero de 2013, lo cual desembocó en la llegada de Francisco a la cabeza de la Iglesia católica.
En la carta que fue revelada por la prensa alemana, además, se conoció que hubo momentos especialmente difíciles para Benedicto XVI a raíz del insomnio persistente que estaba padeciendo. En marzo de 2012, un año antes de dejar el Vaticano, el papa Benedicto XVI tuvo un incidente que lo marcó.
Estaba en medio de una visita a varios países de Latinoamérica y el Caribe. Una mañana, mientras reposaba en una de las estancias donde se alojó, comprobó con un pañuelo que estaba “totalmente empapado de sangre”.
Según explicó en la misiva, no se había dado cuenta de lo que le había sucedido realmente. “Debí de golpearme por algún lado en el baño, y me caí”, señaló en la carta a su biógrafo. Al parecer, ese incidente se dio a raíz de que estaba consumiendo demasiados somníferos.
Tanto así, que sus médicos le recomendaron disminuir las dosis para evitar nuevos incidentes de ese tipo.
*Con información de la AFP.