El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este lunes que su país no volverá a ser parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo del que se deslindó en 2019 por discrepancias.
“Nosotros nos fuimos de ahí, nos fuimos para siempre y no pensamos volver”, dijo Maduro durante su programa de televisión tras avalar las palabras de su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre el organismo.
“Recomiendo que desaparezca la OEA, que no sirve para nada”, dijo López Obrador el jueves pasado en su conferencia matutina.
Maduro coincidió en que la OEA debería “desaparecer”. “Nuestro camino es UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), nuestro camino es la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), nuestro camino es el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América)”.
Venezuela dejó de pertenecer a la OEA en abril de 2019 después de haberlo solicitado dos años antes por discrepancias, pero recientemente el presidente Gustavo Petro abogó por el reingreso del país vecino al organismo.
“Claro que sí me interesa y lo estoy luchando que Venezuela reingrese al sistema interamericano de derechos humanos”, dijo Petro el pasado 19 de abril durante la sesión protocolar del Consejo Permanente, órgano ejecutivo de la OEA, en Washington.
Maduro y Petro habían conversado sobre el reingreso de Venezuela al sistema interamericano en noviembre del año pasado, aunque sin conclusiones definitivas.
Maduro ha mantenido un discurso crítico con la OEA desde hace años y especialmente desde que el organismo reconoció como autoridad legítima de Venezuela a la Asamblea Nacional “democráticamente elegida” en 2015, encabezada por el opositor Juan Guaidó, después de cuestionar su reelección en 2018.
En la organización participó un representante de Guaidó hasta que la propia oposición venezolana puso fin en enero de 2023 al gobierno provisional que presidía. Actualmente, Venezuela no tiene representantes.
Crisis en Venezuela: mientras disminuyen los subsidios, aumentan las tarifas de agua y energía
Pese a que el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció recientemente el aumento de los bonos mensuales, el ingreso de las familias venezolanas se sigue viendo afectado como consecuencia del incremento de las tarifas de los servicios públicos.
Y es que la decisión del régimen venezolano no produjo el contento social que se esperaba. Por el contrario, en medio del anuncio los asistentes al evento lo rechazaron porque, lejos de impactar positivamente, no soluciona la precaria situación económica de los hogares venezolanos.
Los ingresos familiares no compensan con el aumento de las facturas de los servicios de agua, energía, gas y teléfono, debido a que con ello el Gobierno pretende atender la crisis económica.
Pero, además de las críticas por el aumento de las tarifas, se suma las deficiencias en la prestación de los mismos, especialmente por los constantes cortes que se generan diariamente en los mismos.
“Suben las tarifas y aún no tenemos buenos servicios”, dijo a la agencia Reuters María Rodríguez, de 36 años, una terapeuta del lenguaje que vive en Valencia, la capital del estado Carabobo, donde se registran frecuentes cortes de energía.
La mujer aseguró que este año ha pagado el equivalente a 80 dólares mensuales en servicios, (unos 400.000 pesos colombianos) el doble que en 2022. Según dijo, es un tercio de sus ingresos, que rondan los 300 dólares al mes (unos 1.500.000 pesos colombianos).
Aunque durante varios años las tarifas estuvieron congeladas, debido a que se disponía de altos ingresos, la situación cambió por el recorte de gasto público ordenado por el Gobierno venezolano, con lo que se buscaba frenar el aumento de los precios.
Para evitar ese impacto, se determinó reducir los subsidios al permitir ajustes en tarifas de internet y recolección de basuras, mientras las empresas estatales comenzaron a subir las tarifas de agua, luz y telefonía.
Eso ha llevado a que se impacte la inflación que, al mes de abril (en los sectores de servicios públicos) llegará a un 325,4 %, según datos del Banco Central de Venezuela. Cifras que se conocieron hace una semana, mientras que la variación de precios en telecomunicaciones fue de 1.003 % en igual periodo.
Pero, además del incremento de las tarifas de los servicios públicos, los venezolanos sufren un deterioro en la prestación de los mismos: en 12 ciudades de Venezuela, el 37 % de sus residentes señalaron que sufrieron de dos a seis horas de interrupciones eléctricas diarias en marzo.
Y el Observatorio de Servicios Públicos reveló que, además, el 54 % de los ciudadanos encuestados dijo que existen inconsistencias en el suministro de agua.
En muchas ocasiones, han tenido que recurrir a plantas eléctricas o perforaciones de pozos de agua, compras de cisternas y almacenamiento de agua en tanques y recipientes para superar la situación.
Con información de AFP