El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, destituyó este miércoles a su ministra de Salud, junto a otros dos integrantes del gabinete, en medio de la pandemia que azota al país, el más castigado en Centroamérica por el nuevo coronavirus. El mandatario, que el próximo 1 de julio cumple su primer año de Gobierno, remplazó a la ministra de Salud, Rosario Turner, por el viceministro de esa cartera, Francisco Sucre. El cese de Turner se produce en momentos en que Panamá, de 4 millones de habitantes, acumula 547 muertos y más de 28.000 contagiados por la pandemia.
“La gestión de la actual crisis sanitaria que enfrenta el país demanda de nuestro gobierno la adopción de medidas excepcionales. Han sido y son tiempos difíciles", dijo Cortizo en cadena nacional. Sin embargo, el gobernante defendió la gestión de la ministra saliente. “El país tiene una deuda impagable con la doctora Rosario Turner, bajo cuyo liderazgo enfrentamos con determinación y coraje la lucha contra esta pandemia tenebrosa", dijo el mandatario.
Cortizo sustituyó además a su ministra de Desarrollo Social, Markova Concepción, por su segunda, María Inés Castillo; y a la de Vivienda y Desarrollo Territorial, Inés Samudio, por el exministro Rogelio Paredes (1994-1998). Panamá presenta el mayor número de muertos y contagios de Centroamérica, aunque las autoridades locales manifiestan que esta circunstancia se debe a que en Panamá se han hecho más pruebas (más de 100.000) para detectar el nuevo coronavirus que en los países vecinos. El nuevo ministro de Salud se refirió tras su designación a la estrategia del país contra la COVID-19.
“Puede haber cambios, hay que revaluar", dijo Sucre. "Las estrategias irán variando a medida que vaya pasando el tiempo" y se vea el comportamiento de la pandemia, agregó.