En medio de un acto público realizado este martes, 25 de octubre de 2022, en el Coliseo de Roma, el papa Francisco, máximo jerarca de la Iglesia católica, se manifestó nuevamente preocupado por la amenaza de la guerra nuclear que acecha al mundo, elevando nuevamente un llamado a la paz, en medio de múltiples escenarios de guerra, señalando además que el mundo vive un “momento dramático”.

En su pronunciamiento, el papa Francisco advirtió la importancia de que las personas de todo el mundo eviten entrar en la lógica de confrontación, en medio de un pronunciamiento que enmarcó la clausura de un evento ecuménico conocido como foro interreligioso convocado por miembros del catolicismo en Italia, y que contó con la presencia de un público de cerca de 2.000 personas convocadas a las afueras del icónico escenario romano.

“No nos dejemos contagiar de la lógica perversa de la guerra”, sentenció Francisco, manifestando que el momento que la humanidad había temido sobre el uso de las armas nucleares es una realidad.

En su intervención, Francisco condenó que tras los terribles hechos de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki, Japón, en agosto de 1945, se hubiera seguido avanzando en una industria militar destructiva, a tal punto que esta ahora es la principal amenaza que enfrenta la humanidad, siendo la misma humanidad el peligro.

Frente a la realidad mundial, el papa nuevamente convocó a los fieles a seguir orando para que el fin de las confrontaciones bélicas sea posible, y señaló que “este año nuestra oración se ha convertido en un grito”, reiterando la necesidad de que las amenazas encuentren un fin ante la elevada tensión que vive el mundo.

En ese mismo sentido, el pontífice advirtió que “la paz está gravemente violada, herida, pisoteada”, lamentando la situación que se vive en Europa, y apuntando que precisamente ese continente se ha convertido en el foco de las tragedias de la época contemporánea, al recordar que el siglo pasado, ese continente ya fue escenario de las dos guerras mundiales.

Durante la realización del referido evento se vio a Francisco visiblemente afectado por la situación del mundo, y además, el pontífice de 85 años, también evidenció los graves quebrantos de salud que le aquejan, pues, según refieren medios internacionales, el religioso acudió al lugar en silla de ruedas ante la dificultad motora que le aqueja desde hace algunos años, y que ha obligado a que este sea sometido a múltiples intervenciones médicas en su rodilla.

A su llegada al coliseo, el religioso fue recibido calurosamente por la concurrencia, que le vitoreó y aplaudió durante su intervención y participación en el encuentro que apuntaba a ser de carácter ecuménico.

La aparición de Francisco tuvo lugar durante la ceremonia de clausura del encuentro, que se extendió por tres jornadas, y en el que tomaron lugar, además de representantes católicos, también delegados de distintos credos y religiones de todo el mundo, quienes en su momento también clamaron por la importancia de que los conflictos internacionales cesen.

“Lamentablemente las guerras no han dejado de ensangrentar y empobrecer a la Tierra, pero este momento que vivimos es particularmente dramático”, sentenció el papa Francisco, quien en los últimos tiempos ha hecho de su llamado a la paz, una constante en todas sus intervenciones públicas, y en sus oraciones privadas.

En su intervención, el papa oró especialmente por los niños y ancianos que también han resultado víctimas en el marco de los múltiples escenarios de guerra, haciendo especial énfasis en la situación de la guerra en Ucrania, confrontación que centra la atención mundial.

“En el silencio de la oración, esta tarde, escuchamos el grito de paz: paz sofocada en tantas regiones del mundo, humillada por demasiada violencia, negada incluso a los niños y ancianos, que no se libran de la terrible dureza de la guerra”, afirmó el alto jerarca del catolicismo en declaraciones retomadas por medios internacionales que hacen eco a su llamado de este martes.

El encuentro, del que participó el papa, es un evento que se viene organizando de manera periódica desde finales de los años 80 del siglo pasado, y que ha sido bautizado como “el grito de paz”.

En su presente versión, además de contar con el papa Francisco, el evento contó con la asistencia de líderes mundiales, entre los que se cuenta el presidente francés, Emmanuel Macron, quien se hizo presente el pasado domingo en los actos de apertura, en donde este refirió la importancia de los acuerdos entre naciones, rechazando la política de que ‘prime la ley del más fuerte’.

En su intervención, el presidente de Francia advirtió que la paz es “posible” en Ucrania, afirmando que esta dependerá de que “el pueblo ucraniano y sus líderes lo hayan decidido”.

El evento fue organizado por una comunidad religiosa llamada Sant’Egidio, que hace presencia en cerca de 70 países.

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*Con Información de la AFP.