La ciudad de Zapopan, colindante con Guadalajara, en el Estado de Jalisco, ha estado en la mira de las autoridades de seguridad debido a los asesinatos de ocho personas entre 23 y 37 quienes desempeñaban sus labores en un call center de la ciudad.
Las primeras averiguaciones han resaltado la responsabilidad del crimen organizado, ya que se desestimaron móviles pasionales o de gota a gota. Siguiendo con las investigaciones, las autoridades mexicanas han propuesto la hipótesis que los asesinatos se pudieron haber dado porque los individuos querían renunciar a sus trabajos.
Los investigadores explicaron que el call center, donde estas ocho personas trabajaban, se dedicaba a estafas con el fin de lucrar a grupos al margen de la ley. Oficiales de Estados Unidos, quienes hace parte de la investigación han relacionado este crimen con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), a quien se le acusa de ser el dueño de este fraudulento call center.
La manera en que las personas asesinadas estafaban a los usuarios con quienes se comunicaban era por medio de tiempos compartidos que ofrecían en ciertas cadenas hoteleras, en donde dialogaban con extranjeros para adquirir ese servicio o incluso para que ellos vendieran los suyos.
Según el departamento de Fuentes de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), perteneciente al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, ha confirmado de las víctimas de estas estafas son, en efecto, estadounidenses, aunque se estima que son más los afectados de los que han puesto algún tipo de denuncia, expresando: ‘‘Han perdido los ahorros de sus vidas, pues muchas veces han pagado en impuestos o tarifas incluso más de lo que valían los tiempos compartidos”.
De acuerdo con información del medio Milenio, los dineros que llegaban de estas estafas a la organización criminal, se destinaban a las nóminas de los altos puestos, además de tener otra fuente de ingreso, junto con las extorsiones y lavado de activos que realiza cotidianamente.
Las identidades de los individuos asesinados fueron confirmadas por las autoridades al tratarse de: Arturo Robles Corona, de 30 años; Carlos Benjamín García Cuevas, de 31; Jorge Miguel Moreno Morales, de 28; Mayra Karina Velázquez Durán, de 29; Jesús Alfredo Salazar Ventura, de 37; Juan Antonio Estrada, de 34; y los hermanos Carlos David e Itzel Abigail Valladolid Hernández, de 23 y 27 años.
A través de un comunicado, el gobierno del Estado de Jalisco se pronunció precisando que la corroboración de las identidades de los asesinados se dio luego de realizar las pruebas forenses acordes a los protocolos establecidos luego de encontrar estos cuerpos en bolsas en una barranca en la colonia El Mirador, en Zapopan.
También se comunicó que los familiares de las personas asesinadas fueron avisadas del hecho y que se encuentran en colaboración con la policía, además de recibir sus condolencias. Se detalló de igual manera que en el operativo de búsqueda y rescate de los cuerpos participaron más de 200 profesionales desde diferentes departamentos al servicio de la nación.
Debido a que los cuerpos fueron lanzados al barranco a una altura de cien metros, algunas de las bolsas se encontraban abiertas, lo que ocasiono que varias extremidades estuvieran esparcidas en el área, lo que dificultó el trabajo de los forenses al deber acordonar una gran cantidad de terreno.
La OFAC precisó que estos asesinatos fueron un contundente mensaje para las personas que, como los ocho asesinados, trabajan en un call center y quieren renunciar, se atengan a las consecuencias de hacerlo, ya que el desistir de estos empleos no sería una opción para el crimen organizado que cada día reporta más asesinatos y extorsiones en toda la nación mexicana.