Nueva Zelanda incluyó a las Farc y ETA en su lista de grupos terroristas, cuyos fondos en ese país pueden ser congelados y tienen prohibido recibir ayuda legal de los ciudadanos. Es la primera vez que el Gobierno neozelandés califica de terroristas a bandas no designadas como tales por Naciones Unidas. El primer ministro John Key, dijo a los medios de comunicación que “Estamos determinados a asegurarnos de que Nueva Zelanda no sea objetivo ni fuente de apoyo para actividades terroristas". Dentro de la lista también se incluyeron el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que lucha por la independencia de la minoría kurda de Turquía, y la milicia somalí Al Shabaab, vinculada a Al Qaeda y al régimen fundamentalista de los tribunales islámicos en Mogadiscio. Esta nueva decisión prohíbe a cualquier individuo o empresa a hacer negocios con estas organizaciones. En caso de que esto llegue a suceder se incurre en un delito de colaboración, castigado con un máximo de 14 años de prisión.