El tabaco es un producto que posiblemente quedará prohibido en Nueva Zelanda, esto porque a través de una legislación propuesta se pretende restringir la venta total de ese producto a futuros jóvenes que habiten el suroeste del océano pacífico.
Teniendo en cuenta dicha legislación, con el paso del tiempo se considerará que la edad legal para comprar tabaco aumente progresivamente desde los 18 años en adelante, según señaló por medio de una conferencia Ayesha Verrall, ministra adjunta de Salud.
“Queremos asegurarnos de que los jóvenes nunca comiencen a fumar, por lo que convertiremos en delito vender o suministrar productos de tabaco para fumar a nuevos grupos de jóvenes”, expresó. Además, Verrall agregó que las personas que tienen 14 años de edad en Nueva Zelanda, luego de que se incorpore la nueva ley propuesta, ya no podrán adquirir tabaco de forma legal.
En cuanto a la presentación de este nuevo proyecto de ley, se pretende dar a conocer en 2022. Asimismo, se espera generar concientización en las personas con relación al consumo de tabaco buscando reducir esta práctica en un 5 % para el 2025.
En concordancia con el consumo de tabaco, el gobierno de Nueva Zelanda estima que más del 13 % de la población adulta en el país son fumadores. Anteriormente, en el año 2011 y 2012, las cifras equivalían a más del 18 %.
Sin embargo, la muerte por causa del consumo de este producto provoca alrededor de 4.000 a 5.000 fallecimientos anualmente, según el Ministerio de Salud.
La ministra adjunta de Salud, mencionó que “el tabaquismo sigue siendo la principal causa de muerte prevenible en Nueva Zelandia y causa uno de cada cuatro cánceres”, por lo que estas afectaciones impactan de manera directa principalmente a las comunidades del pacífico, a la etnia maoríes y a quienes tienen bajos recursos.
El ministerio también agregó que más del 30 % de las mujeres de la etnia maoríes del pacífico sur fuman, en cuanto a los hombres estos representan el 25 %.
En efecto, el gobierno espera cambiar la situación y con la propuesta que prohibiría la venta total de tabaco; habrían campañas de apoyo con el fin de ayudar a quienes no han podido dejar de fumar y quieren hacerlo.
Asimismo, se específica que los productos de tabaco se podrían fabricar, importar y vender siempre y cuando su nivel de nicotina sea bajo, de igual forma se espera modificar la publicidad de este sector y reducir la cantidad de establecimientos que comercializan y trabajan con estos elementos.
Es importante mencionar que esta legislación no cubre el ‘vapeo’ (imitación del acto de fumar con diferentes sustancias). Según un informe publicado el pasado mes, aproximadamente el 20% de los estudiantes de Nueva Zelanda suelen vapear a diario y más de la mitad de estas personas han sentido que el consumo de dichos vapores han provocado efectos adversos en su salud, así lo constató la Fundación para el asma y las vías respiratorias NZ.
En el mundo, el consumo de tabaco mata a más de 5 millones de personas por lo que si no se toman medidas urgentes, el número de muertes anuales podría elevarse a más de ocho millones en 2030.
Expertos manifiestan que todos los productos que contienen tabaco son perjudiciales; el humo del tabaco contiene más de 7000 sustancias químicas, de las cuales al menos 250 han sido identificadas como perjudiciales para la salud y al menos 70 son carcinogénicas. En efecto, entre las enfermedades más comunes generadas por frecuente consumo de tabaco se encuentran: el cáncer de labios, boca, garganta, laringe y faringe.