Miles de personas salieron este sábado a las calles de 305 ciudades de Brasil para protestar de nuevo contra el presidente Jair Bolsonaro convocados por nueve partidos de izquierda.
En las reivindicaciones de la protesta están la crisis económica, la inflación o el paro, así como las críticas al negacionismo de la pandemia y los ataques de Bolsonaro a la división de poderes. Entre las pancartas, mensajes como “Fuera Bolsonaro” o Fuera genocida”.
Igualmente, buscan presionar al presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira (Progresistas-AL), aliado de Bolsonaro, para que acepte alguna de las 131 peticiones de ‘impeachment’ o juicio político presentadas contra Bolsonaro.
“Bolsonaro está acabando con Brasil. Estoy a favor de la universidad pública y contra la reforma administrativa. Son tantas las razones para estar aquí que la gente no sabe por qué comenzar: corrupción, privatizaciones, inflación. El pueblo no aguanta más”, aseguró una mujer de 74 años, Cecília Maria Nascimento, presente en la manifestación de São Paulo.
Partido de los Trabajadores (PT), Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Partido Comunista de Brasil (PCB), Partido Democrático Laborista (PDT), Partido Socialista Brasileño (PSB), Red, Partido Verde (PV) y Ciudadanía y Solidaridad, además de organizaciones de la sociedad civil fueron las organizaciones que convocaron las marchas.
¿Golpe de Estado?
Recientemente, Bolsonaro aseguró que existen “cero chances de un golpe” de Estado en Brasil y que no hará nada para “entorpecer la elección” presidencial de 2022.
“Por mi parte, existen cero chances de un golpe”, declaró el jefe de Estado ultraderechista en una entrevista realizada hace algunos días.
“Pero del otro lado [la oposición], siempre existe esa posibilidad”, agregó, citando los “más de 100 pedidos de impeachment” presentados ante la Cámara de Diputados, muchos apuntando a su gestión de la pandemia de coronavirus que ya dejó casi 600.000 muertos en el país.
Un eventual juicio de destitución, poco probable debido a su base que le apoya en el Congreso, equivaldría, según Bolsonaro, a un golpe de Estado.
Las tensiones institucionales que se intensificaron en los últimos meses tuvieron su cúspide el 7 de septiembre, cuando el mandatario redobló sus críticas y amenazas a jueces de la Corte Suprema ante una multitud de simpatizantes que enarbolaron consignas antidemocráticas, durante grandes manifestaciones para mostrarle apoyo en Brasilia y São Paulo.
“Me sobrepasé con algunas cosas que dije”, admitió en la entrevista, en un tono conciliador similar al comunicado que emitió algunos días después de las protestas, tras la fuerte reacción de la Corte Suprema y otros poderes.
Bolsonaro afirmó que algunos de sus seguidores esperaban que, ese día, él “patease el tablero” y actuase “fuera de la Constitución”. “¿Se imaginan el problema que habría si hiciera eso?”, comentó a Veja.
Además de atacar a los jueces que tienen a cargo investigaciones contra él y su entorno, en los actos del 7 de septiembre Bolsonaro volvió a cuestionar la fiabilidad del sistema electrónico de voto de Brasil, alegando que favorece el fraude y que por eso las elecciones de 2022 serían una “farsa”.
Pero este viernes pareció retractarse y elogió al Tribunal Superior Electoral (TSE) por crear una comisión para aumentar la transparencia en las elecciones que incluye a las Fuerzas Armadas.
“No voy a entorpecer la elección, pueden quedarse tranquilos. (...) Con la participación de las Fuerzas Armadas, no hay por qué dudar del voto electrónico”, afirmó.
*Con Europa Press.