Los trabajadores de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) volvieron a recibir en días recientes mensajes de amenaza, en esta ocasión por aprobar la vacuna contra el coronavirus de Pfizer en niños de entre cinco y 11 años.
“Considere esto como el último aviso”, “tienen las manos manchadas de sangre”, “asesino desgraciado” y “sinvergüenzas” son algunos de los exabruptos que los responsables de la agencia brasileña del medicamento han recibido recientemente.
Los mensajes, en los que se cuestiona la efectividad de las vacunas alegando supuestos casos de trombosis, miocarditis y “otras dolencias”, han sido publicados por el diario brasileño O Globo, que cifra en 150 el número de correos electrónicos amenazantes recibidos por los funcionarios de Anvisa.
Los ataques también se han intensificado durante esta semana en redes sociales, especialmente en Twitter. La Policía Federal abrió una investigación sobre lo ocurrido, la segunda en apenas dos meses por este mismo motivo.
Por otro lado, el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, criticó este miércoles a los gobernadores estatales que buscan poner ya en marcha la vacunación entre los más pequeños a expensas del Gobierno, que ha abierto una consulta popular para conocer la opinión del país antes de tomar una decisión al respecto.
“Los gobernadores, lamentablemente, a veces cruzan la línea. Así que vamos a esperar”, dijo Mourão, quien ha criticado el intento de algunos gobernadores por “comprar” la Sputnik V, la vacuna rusa.
Asimismo, Mourão ha defendido la consulta popular que el Gobierno mantendrá abierta desde el 23 de diciembre hasta el 2 de enero para conocer la opinión del pueblo brasileño sobre la vacunación a los niños entre 5 y 11 años, señalando que quieren “estar cien por cien” seguros antes de dar luz verde.
“Hay algunos conflictos en relación con este asunto y queremos estar al cien por cien seguros antes d iniciar este proceso”, dijo el vicepresidente Mourão.
La semana pasada, el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, declaró sobre esta cuestión que “la prisa es enemiga de la perfección” y adelantó que sería el 5 de enero cuando la cartera que dirige adopte una posición al respecto.
Amenazas del presidente Bolsonaro
El regulador sanitario de Brasil, Anvisa, ya había rechazado las amenazas del presidente Jair Bolsonaro al pedir que se revelaran los nombres de los expertos que aprobaron las vacunas anticovid para niños, una solicitud que los empleados de la agencia consideraron “fascista”.
“Anvisa está siempre lista para atender demandas de informaciones, pero repudia y repele con vehemencia cualquier amenaza, explícita o velada, que intente constreñir, intimidar o comprometer el libre ejercicio de las actividades regulatorias y el sustento de nuestras familias”, indicó la agencia en un comunicado.
Bolsonaro, quien ha bromeado diciendo que los inmunizantes pueden transformar a la gente en “caimán” y se niega a vacunarse, dijo ese día que pidió “extraoficialmente” el nombre de quienes aprobaron la vacunación de los niños.
“Ustedes tienen derecho a saber el nombre de las personas que aprobaron la vacuna para sus hijos. Usted decide si compensa o no”, afirmó en su transmisión semanal por redes sociales, tras mencionar posibles contraindicaciones al recibir la dosis.
En respuesta a los comentarios del presidente de extrema derecha, Anvisa aseguró que sus oficiales han recibido “amenazas de muerte” desde octubre por su trabajo de evaluar y aprobar vacunas anticovid, y sugirió que las palabras de Bolsonaro atizan esas presiones.
“Luego de sufrir amenazas de muerte y toda suerte de actos criminales por parte de agentes antivacuna, en el marco de la vacunación para niños, esta agencia se encuentra en el foco y la mira de activismo político violento”, afirmó la agencia.
*Con información de la AFP y Europa Press.